(01 DE ENERO, 2024) Por J. Jesús Esquivel.
Sus muertitos
Washington – Fentanilo, fentanilo. Cada vez que en Estados Unidos se habla de esta sustancia letal, -especialmente entre políticos y funcionarios públicos de ese país- por inercia se asocia a los cárteles del narcotráfico de México y se les culpa de los muertos que arrastra la imparable y cada vez más creciente adicción que causa el enervante.
La mentalidad parroquial e ignorante de los estadunidenses respecto a su gigante problema de salud pública y educación, busca siempre justificación a sus errores para echarle la culpa al mejor postor, que en este caso es México y los mexicanos.
Entre la sociedad de los Estados Unidos se percibe el adoctrinamiento político y la soberbia que sus gobiernos les han impuesto a través de los años cada vez que se aborda el tema del trasiego de las drogas.
Sin siquiera ponerse a pensar que si hicieran hincapié en aplicar una intensa y perenne estrategia sanitaria y de educación sobre la problemática del consumo de drogas tendrían menos adictos, el gobierno federal de los Estados Unidos avienta la culpa a los narcotraficantes.
La omisión perfecta de la drogadicción al norte del Río Bravo se entiende como si los cárteles mexicanos estuvieran abriéndole la boca, narices y demás a los estadunidenses para que se metan cualquier tipo de enervante.
Por ahora y sólo por ahora -y sin ser esto cálculo del divino Chamuco que se apasiona por cada alma descarriada que mis padrinos, los hijos del Averno, le llevan a sus fauces- el promedio de muertos diarios en Estados Unidos por sobredosis de estupefacientes es de 316 personas. El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) que lleva el conteo de los drogadictos que mueren todos los días en Estados Unidos por una sobredosis, tiene un pronóstico aterrador para este 2024.
Según esta entidad sanitaria federal, la adicción de los estadunidenses a las drogas, y de manera especial a los opiáceos elaborados con fentanilo, provocaría el deceso de unas 325 personas cada 24 horas este año.
Estamos hablando de 118 mil 625 almas de gringos perdidos en 365 días. La cifra alcanza niveles de pandemia e ignorantes como Donald Trump, la pretenden aliviar vacunando a los narcos mexicanos con misiles o invasiones militares. ¡Vaya estupidez del tal Trump!
Todo esto sin abordar el otro aspecto del consumo de las drogas en Estados Unidos: la participación de los narcotraficantes gringos. En la corta mentalidad de gente como Trump, en el tema de la drogadicción de sus ciudadanos, los responsables son los narcos y México.
Las elecciones presidenciales de Estados Unidos del 5 de noviembre de 2024 serán nuevamente una gran prueba para medir la mediocridad de la ciudadanía que vote por Trump. Ya sabemos que toda nación se merece a los gobernantes que tienen, pero eso de cargarle a otros sus muertitos rebasa los límites. No estaría mal hacer una revisión y reedición al texto de libro, “Oye, Trump”, bien valdría la pena actualizarlo. ¿O no?
