Intervencionismo

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(29 DE MAYO, 2023) Por J. Jesús Esquivel.

 

Intervencionismo

 

 

Washington – Los toros se ven mejor desde la barrera, dicen por ahí. Hace unos días, Ron DeSantis, el gobernador republicano del estado de la Florida, oficializó su aspiración a ganar la candidatura presidencial por parte de su partido. De inmediato, DeSantis se ubicó como el principal obstáculo para Donald Trump, quien aspira a regresar a la Casa Blanca y a ganar el banderín presidencial republicano.

Como antagonista de Trump, el gobernador de Florida emuló retóricamente al expresidente y apeló a la base electoral que llevó al triunfo al multimillonario magnate de la industria de bienes raíces.

En un evento con Elon Musk en la plataforma de Twitter, DeSantis al más puro estilo trumpiano, habló de la problemática migratoria, del consumo de drogas en los estadunidenses y de la seguridad fronteriza.

Expulsando a los inmigrantes de Estados Unidos y cerrando la frontera con México, fueron básicamente y en resumen -para no darle más bola a quien ni la merece, como dirían mis padrinos los hijos del Averno y súbditos del Chamuco- las fórmulas que planteó el gobernador de la península floridiana para solucionar esos problemas.

En Estados Unidos no tuvo el menor eco la propuesta de DeSantis en materia migratoria y de combate a las drogas. El ruido lo hizo al postularse como candidato a la nominación presidencial republicana porque tiene potencial de ganarle a Trump, lo que éste da por sentado.

La semana pasada y horas después de que DeSantis entrara a la arena electoral a nivel nacional en su país, en Palacio Nacional el presidente Andrés Manuel López Obrador respondió a la retórica del candidato. AMLO pidió a los votantes de origen hispano de los Estados Unidos que no voten por DeSantis.

Repartamos el pastel antes de darle la mordida. En Estados Unidos y, aunque moleste a quien moleste la neta del planeta, son muy pocos, pero muy pocos los votantes hispanos que escuchan al presidente de México en sus mañaneras. En raras ocasiones los medios de comunicación estadunidenses reproducen lo dicho por AMLO en las mañanas desde Palacio Nacional. Si DeSantis se enteró de lo que solicitó el mandatario mexicano a los votantes estadunidenses de origen hispano, lo dejó pasar o sencillamente no le hizo caso porque no le reviró.

El histórico intervencionismo de los Estados Unidos en América Latina ha dejado capítulos de horror, muerte y desapariciones, lo sabemos. Los políticos estadunidenses tienden a pensar que son ellos los policías del mundo que tienen el derecho a imponer su ley en donde sea y como sea, si algo no encaja para sus intereses capitalistas.

La Casa Blanca, por medio de la CIA, ha hecho todo lo posible por meter las manos en la política mexicana. Lo logró con Felipe Calderón que se la tragó enterita con la Iniciativa Mérida y otorgó a la CIA y a todas las agencias de inteligencia de Estados Unidos la licencia para espiar en todo México dizque para combatir al narcotráfico. Urticaria nos da a los mexicanos cuando la Casa Blanca intenta o aspira a meterse en nuestra casa, y mucho más cuando nos quieren marcar la raya con un muro fronterizo como el que quería edificar Trump y a nuestras costillas.

No había ninguna necesidad de hacerle el caldo gordo a DeSantis.

Si al presidente López Obrador, como a todos nosotros los mexicanos, nos repugna que los gringos se metan en nuestros asuntos y más en los tiempos electorales, ¿para qué provocar a que lo hagan ellos?

AMLO, que siempre habla de la integridad soberana de México, está metiéndose en un terreno pantanoso. Estamos en tiempos de elección presidencial y por ahora, y sin conocer a la candidata o candidato presidencial de Morena, la oposición tan pequeñita y casi inexistente no podrá impedir y así haga lo que haga que se mantenga otros 6 años más en Palacio Nacional la 4T.

Si DeSantis no le respondió al intervencionismo de AMLO, eso no quiere decir que en algún momento no caiga en la tentación de hacerlo. En el amor, en la guerra y en las elecciones todo se vale, demostrado está en este mundo. Y no es porque los candidatos presidenciales de Estados Unidos, demócratas o republicanos, teman o les preocupe lo que pida AMLO a los electores hispanos. Pero si los provocan responden y para el sector conservador, racista y radical estadunidense las propuestas de expulsar a inmigrantes y cerrar la frontera con México los enamora. Ejemplo de esto fue Trump, millones de hispanos votaron por él.

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