(05 DE SEPTIEMBRE, 2022) Por J. Jesús Esquivel.
Blinken en busca de ayuda
Washington – En la Casa Blanca pulula un ambiente de urgencia por el imparable y creciente número de muertes por sobredosis de drogas sintéticas en Estados Unidos; oficialmente, 274 cada 24 horas -y esta fue la cifra registrada en abril, se calcula que en la actualidad son unas 290-.
A Joe Biden le urge aminorar la demanda y consumo de opiáceos elaborados con fentanilo y para ello requiere del apoyo de México.
Mucho se ha discutido sobre los motivos de la visita a la capital del país de la próxima semana de Antony Blinken, el secretario de Estado en el gabinete presidencial de Biden. En el mundo de la comentocracia se menciona al tema del diferendo en materia energética dentro del TMEC como el tópico principal en la agenda de Blinken, previo a lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador dirá al respecto en la celebración de la Independencia. Sí, el tema de las diferencias en materia energética por los incumplimientos de México en el TMEC que denuncia el gobierno de Biden, será uno de los aspectos que Blinken abordará con sus contrapartes mexicanas, pero ese no es el gran motivo de su viaje.
De acuerdo con un par de funcionarios del Departamento de Estado con quienes habló este tecleador, Blinken va a México en busca de ayuda para intentar contener el flujo masivo de drogas sintéticas que viaja de sur a norte y terminan en el mercado negro de su país.
El par de funcionarios sostienen que en la Casa Blanca se vive un ambiente de ansiedad por la pandemia del fentanilo que de manera imparable sigue matando a casi ya tres centenares de personas cada día.
“Se buscará crear un plan binacional de contención a las drogas sintéticas con una mayor cooperación de México para destruir laboratorios clandestinos donde se fabrican y para robustecer los trabajos de confiscación de los enervantes en la frontera norte; ese el objetivo importante del viaje del secretario Blinken”, expone uno de esos funcionarios. A cambio, el encargado de la política exterior estadunidense propondrá y prometerá una mayor efectividad en la lucha contra el tráfico ilegal de armas que corre de norte a sur.
Las armas estadunidenses en México son como los opiáceos que se consumen en Estados Unidos; motivo de muerte de decenas de personas todos los días. En las fauces del Averno, las promesas que hará Blinken al gobierno de AMLO sobre parar el tráfico ilegal de armas, suenan huecas, demasiado huecas. ¿Cuántas veces Washington ha prometido lo mismo y simplemente no pasa nada? Muchas.
El 8 de noviembre, en Estados Unidos habrá elecciones federales de medio periodo. Por medio de esos comicios se definirá la conformación del Congreso federal estadounidense. La Cámara de Representantes y la de Senadores que ahora están bajo el control de los demócratas y Biden, podría cambiar de rumbo si los republicanos ganan las curules que proyectan algunas encuestas sobre la tendencia electoral.
En distritos federales como los de Virginia, Pensilvania, Arizona, Atlanta, Nevada, California y Texas, por mencionar algunos, las muertes diarias por sobredosis de opiáceos han alcanzado niveles de pánico. Y en estos distritos es donde los republicanos están llevando agua a su molino, acusando a Biden de no estar haciendo absolutamente nada para detenerlo. No hace falta ser Albert Einstein para saber que 2 más 2 son cuatro. Y no hace falta ser politólogo para entender por qué la pandemia de fentanilo es el punto más importante en la agenda de Blinken durante su visita a México. Se ve difícil que los republicanos les arrebaten a los demócratas la mayoría representativa en la Cámara de Representantes, pero es muy factible que sí lo logren en el Senado. La crisis por las muertes de sobredosis sí da votos, los de la disputa con México en materia de energía en el TMEC, no.
Más allá del asunto de las elecciones presidenciales de 2024 en Estados Unidos, la reelección de Biden o el regreso de Donald Trump, al actual presidente de los Estados Unidos le urge que su partido siga siendo el que controle todo el Congreso. En enero de 2023 iniciará la segunda parte de la presidencia de Biden. Si los demócratas pierden la mayoría representativa ante los republicanos, la presidencia de Biden no podrá sacar adelante ninguno de sus proyectos de gobierno. Los republicanos le harían a Biden la vida imposible para imposibilitar su reelección, paralizando todo con fines electorales. Señoras y señores; ¿ya entendieron a qué va Blinken a México?
