Tras un pez más gordo y corrupto

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(20 DE JUNIO, 2022) Por J. Jesús Esquivel.

 

Tras un pez más gordo y corrupto

 

Washington – El Departamento de Justicia de Estados Unidos le informó al juez Brian Cogan, de la Corte Federal del Distrito Este en Brooklyn, Nueva York, que tiene en su poder evidencias directas que incriminan, sin lugar a dudas, a Genaro García Luna por el delito de narcotráfico.

El pasado 15 de junio, los cinco fiscales federales del gobierno estadunidense le pidieron al juez Cogan admitir las nuevas evidencias al proceso para que, en caso de que se lleve a cabo el juicio que iniciaría en octubre, se presenten en contra de García Luna.

El gobierno estadunidense tiene agarrado al toro por los cuernos (que en este caso sería más bien al buey). El quinteto de fiscales cuenta con la grabación que le hicieron a García Luna durante una conversación que tuvo con una persona no identificada el 11 de noviembre de 2020 -fecha que corrobora que no es toro, sino buey- porque el amigo, asesor, confidente, mano derecha y arquitecto de la guerra militarizada del Sexenio de la Muerte de Felipe Calderón, ya estaba tras las rejas en el Centro de Detención Metropolitano de Nueva York.

Derechito al infierno cayó García Luna, como dirían mis padrinos los hijos del Averno. Los fiscales le pusieron a una persona para ofrecerle los servicios de un mafioso ruso al Súper Policía de Calderón, quien lo tuvo como secretario de Seguridad Pública.

Para sorpresa de los fiscales, el acusado de ser socio del Cártel de Sinaloa para traficar drogas a Estados Unidos se puso a hablar de que contrataría al mafioso ruso, “Greg”, quien en realidad era un agente estadunidense encubierto. El inocente amigo de Calderón mordió todito el anzuelo. Habló de usar a Greg, entre otras cosas, para “matar” a dos posibles testigos de la parte acusadora en su juicio, a Jesús “Rey” Zambada García, hermano de Ismael “El Mayo” Zambada García, verdadero capo de capos del Cártel de Sinaloa, y a Luis Cárdenas Palomino, quien fuera su mano derecha en la AFI allá por el sexenio de la estupidez de Vicente Fox, y luego en la Secretaría de Seguridad Pública, puesto que hasta Calderón se lo aplaudió con una condecoración.

Vamos por partes. A Rey Zambada lo quiere eliminar porque este narco, quien ahora colabora con el gobierno de Estados Unidos, fue el primer capo importante del Cártel de Sinaloa quien ante el mismísimo juez Cogan, declaró que a García Luna le entregaban portafolios repletos de millones de dólares y lo mismo a Calderón. Esto lo dijo Rey Zambada

como testigo de la fiscalía durante el juicio contra Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera. Si García Luna quiere a Rey muerto, es porque ya sabe que podría testificar contra él en su juicio.

Cárdenas Palomino es otro boleto; está detenido en México acusado de tortura y secuestro y en Estados Unidos le achacan narcotráfico en el mismo expediente que el de García Luna, por eso piden su extradición. ¿Será que a Cárdenas Palomino el gobierno mexicano planea extraditarlo a Estados Unidos si hay juicio en octubre? De ser así, si García Luna lo quiere borrar del mapa es porque tiene miedo a que abra la boca y suelte la sopa con salsa borracha de todo lo que le sabe.

Ante este panorama, Alejandro Gertz Manero, Fiscal General de la República, ya debería estar interrogando a Cárdenas Palomino y dándole protección extrema, por aquello de las endiabladas dudas.

Con la grabación que dicen los fiscales tener en sus manos, ni Calderón con una limpia de Margarita de Fecal, podría salvar a su confidente. Si hay juicio y ante el jurado Cogan reproduce la conversación del 11 de noviembre de 2020, tantán: el buey sí que está agarrado por las astas.

Entonces, ¿por qué los fiscales le siguen ofreciendo un acuerdo para que se declare culpable sin juicio y se convierta en testigo cooperante?

Fácil, porque de seguro los gringos están detrás de un pez más gordo y corrupto que estuvo coludido con el Cártel de Sinaloa. Si sumamos dos más dos da cuatro. No hace falta ser un erudito en leyes criminales estadunidenses para no darse cuenta que, con todo lo que dicen tener contra García Luna, en un juicio con los brazos cruzados un jurado lo declara culpable y Cogan, que no se tienta en el corazón, lo refunde de por vida en Florence, Colorado; la prisión federal donde está el Chapo.

También los fiscales notificaron al juez que presentarán pruebas de que García Luna amenazó y acosó a periodistas cuando era el paladín de Calderón, quienes investigaban sus nexos con el narco. Agregan que, por igual, presentarán pruebas sobre que García Luna, con dinero del narco, pagó a organizaciones periodísticas para que no permitieran que sus reporteros publicaran nada que le fuera negativo. Estos dos aspectos ya los conocíamos en México desde hace mucho, era el modus operandi de él y de su jefe Calderón para con la prensa; hierro o billete del narco.

Tan perdido está el asunto que los abogados de García Luna, César de Castro, Valerie Gotlib y Shannon McManus, el mismo 15 de junio pasado le mandaron una carta breve a Cogan en la que le dicen, luego de conocer lo que guardan los fiscales contra su cliente: “En este momento la defensa está tratando de tener un mejor entendimiento de la conducta criminal específica del señor García Luna”. En otras palabras, que ya quieren tirar la toalla porque el pleito está perdido antes de empezar.

Hagamos apuestas, que los juegos de azar son asuntos del Averno: ¿Aceptará García Luna la propuesta de hacerse testigo cooperante y abrirá la boca para traicionar a quienes le permitieron acoplarse al narco o que colaboraron con él? ¿Quién será el pez más gordo y corrupto? O, ¿será tan… bueno, ya, buey, que optará por el juicio para inmolarse por salvar el pellejo repercutido o conservado en alcohol de otro, u otros de aquel Sexenio de la Muerte? ¡Chín!, padrinos; otra vez me extendí.

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