Abbott y su muro racista

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(30 DE OCTUBRE, 2023) Por J. Jesús Esquivel.

 

Abbott y su muro racista

 

 

Washington– Por iniciativa de Greg Abbott, el gobernador racista del estado de Texas, el Congreso estatal dominado por el partido republicano de esa entidad de los Estados Unidos, aprobó el proyecto de ley HB4 cuya finalidad es perseguir, expulsar y encarcelar como criminales a los inmigrantes indocumentados.

La legislación avalada en el Senado y Cámara de Representantes de Texas, que para convertirse en ley requiere de unificación y la firma de Abbott, ordena a las autoridades policiales de la entidad detener y llevar a la cárcel a personas sospechosas de ser inmigrantes indocumentados.

A los que sean detenidos cerca de la frontera con México, los policías texanos los tienen que llevar a los puentes transfronterizos para que se vayan al territorio mexicano sin importar que sean de otros países.

El proyecto de ley no es la primera acción racista de Abbott. Desde hace meses, el gobernador deporta a los inmigrantes

indocumentados en autobús a estados más complacientes en materia migratoria como Nueva York e Illinois, esto, para hacerle más complicada la vida a las personas detenidas, pero de paso al gobierno federal encabezado por el presidente Joe Biden, del partido demócrata.

El encarcelamiento y deportación de inmigrantes indocumentados no es todo lo que contienen los proyectos de ley aprobados en el Capitolio texano en Austin. La medida le autoriza a Abbott un presupuesto de 1500 millones de dólares para construir un muro sobre las orillas del territorio del estado que colinda con México.

Los republicanos texanos y Abbott no solamente quieren emular a Donald Trump con el tema de la muralla fronteriza, estos racistas buscan edificar un muro doble en sus linderos con nuestro país.

¡Tantita madre!, dirían mis padrinos los hijos del Averno y el excelentísimo Chamuco. Pero todo parece indicar que Abbott y su recua de racistas republicanos carecen de progenitora. Las complicaciones de la HB4 no se limitan al tema de la criminalización de la inmigración indocumentada en Texas. Abbot y su Congreso desafían a la Constitución política de Estados

Unidos.

Son los agentes federales de inmigración a quienes la ley gringa les da la facultad y potestad de detener y deportar a inmigrantes indocumentados. Esto de entrada ya predispone un pleito judicial entre Texas y la Casa Blanca que seguramente se dirimirá en la Suprema Corte de Justicia. Mientras tanto, Abbott se apresta a firmar la legislación una vez que sea unificada en un solo proyecto de ley. Incluso este gobernador amenaza con que si las cortes no lo dejan perseguir a los inmigrantes como si fueran criminales, buscará otras medidas estatales para mantener y profundizar su cruzada racista.

Texas es un estado cuya población cada vez más tiene un rostro menos anglosajón. Es cierto, sigue habiendo muchos blancos como Abbott y aunque no todos son racistas; la mayoría comulga con las ideas republicanas extremistas llevadas a la máxima potencia por Trump.

De instrumentarse en ley la HB4, abre las puertas a que los policías cometan actos de violación de derechos humanos y civiles de ciudadanos estadunidenses con fisonomía latina.

Por cuestiones de trabajo he recorrido todo Texas y conozco pueblos pequeños de la entidad en donde su población total tiene un físico que fácilmente a la vista los hace parecer mexicanos. En esos pueblos y en las ciudades de todo Texas, la gente de origen latino, ciudadanos estadounidenses por nacimiento o naturalización, no anda portando su pasaporte para demostrar de qué lado del Bravo son.

Ante la carencia de dicho documento, los policías texanos que a nivel nacional también como su gobernador gozan del prestigio de racismo, se van a meter en problemas serios si deportan a ciudadanos estadounidenses a México simplemente por su apariencia física. Estos actos de discriminación se vienen cometiendo en Texas desde hace años.

La HB4 exacerbará la segregación en Texas y será ejemplo en otros estados igual de racistas. Arizona, Oklahoma, Florida y Arkansas, estados gobernados por republicanos, ya levantaron la mano para aplaudir a Abbott y copiar sus iniciativas. Habrá que pensarse dos veces antes de visitar la república de Texas.

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