Portada: Livo Martínez
Entrevista y texto: Carolina Romero
(05 DE JULIO, 2022).- La garantía de la salud pública, gratuita y de calidad, es todavía un tema pendiente en nuestro país. En este contexto, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) está viviendo un momento histórico, lleno de importantes transformaciones.
En entrevista con El Chamuco Web, Pedro Mario Zenteno Santaella, director del instituto, nos cuenta cómo la corrupción y la tendencia privatizadora de los gobiernos neoliberales, dejó al ISSSTE en los huesos. Sin embargo, ahora, ya no desde el escritorio, sino desde el territorio, esto está cambiando.
Antes| El desmantelamiento
“La primera impresión que tuvimos fue de un problema serio. Lo primero que nos encontramos es que el Instituto tenía alrededor de 30 mil millones de pasivos. Esto es terrible, en términos del presupuesto. Recordemos que gran parte de él, se va a las pensiones.Curiosamente, en el 2018, los pasivos fueron 22 mil millones en ese año, un año electoral. Dejaron de pagar a los proveedores en el instituto”.
“Poco a poco nos dimos cuenta de la realidad. Los anteriores gobiernos neoliberales, tenían la mira puesta en la privatización del sector salud. El ISSSTE fue uno de los institutos que más dañados salieron. Además, el crecimiento de los derechohabientes no ocurrió al mismo ritmo que la infraestructura. En su nacimiento arrancó con 500 mil derechohabientes y ha ascendido hasta 13 millones 600 mil”, refirió el funcionario.
Recordó cómo el rezago y desmantelamiento impulsado desde la visión privatizadora, consiguió subrogar los servicios del instituto, dejándolo en un cascarón.
“Llegó un momento en que hasta el carrito de la anestesia está subrogado”, sentenció.
De acuerdo con el funcionario, hasta 8 mil mdp anuales el instituto eroga por los servicios integrales. Esto no sólo perjudicó a los servicios públicos, sino que benefició a los hospitales privados y las empresas particulares dedicadas a la salud.
Ahora| Más territorio, menos escritorio.
¿Qué se está haciendo ahora?
“Requerimos una nueva cultura laboral; los pacientes son personas, no expedientes ni folios. Están en el centro de la discusión como seres humanos”, respondió.
Explicó cómo la visión sobre la salud debe dejar de ser solamente curativa. En el pasado, ésta fue enfocada hacia la curación, no a la prevención. “Si no hay enfermo, no hay negocio”, y de eso se han aprovechado las industrias. Tras la pandemia por COVID hay una pandemia de hipertensos, diabéticos, insuficientes renales y más. Por ello, dice, hay que apostar por fortalecer el primer nivel de atención, orientada hacia la prevención y promoción de la salud.
“Entre menos camas tengas, es mejor, porque quiere decir que tu población está saludable y el Estado está obligado a mantener la salud de la población”.
Entre los 5 puntos de trabajo del nuevo instituto están la plantilla de trabajadores, (ofertar turnos matutinos, vespertinos y fines de semana); abasto de medicamentos; mejorar la infraestructura (ampliar o sustituir unidades), así cómo mejorar el servicio y continuar con las giras de trabajo por todo el territorio mexicano.
Esto último, las giras a más de 1000 unidades médicas de todo el país, es algo que ningún director del ISSSTE había hecho nunca antes.
“Es histórico. Los mismos trabajadores me lo han dicho. Estuve en Hidalgo, la doctora ese día cumplía treinta años de servicio. Y era la primera vez que un funcionario llegaba al lugar. La realidad supera a la ficción. No es lo mismo el territorio que el escritorio”.
Afirmó que la idea es visitar todas.
Al ser cuestionado sobre la mayor dificultad en esta tarea titánica, recordó que llegó la pandemia. Sin embargo, en estos 2 años 3 meses se deberá fortalecer el primer nivel de atención y levantar el elefante blanco echado.
“Hay una gran diferencia: ahora va a alcanzar. Será posible con una administración honesta y transparente”.
Advirtió que a los políticos perdedores de una elección los ponían en el ISSSTE y sólo iban a lo propio: para servirse de los recursos. Mermaron la capacidad resolutiva del instituto, pero se está trabajando en recuperarla con la adquisición de equipos y laboratorios.
Después| La salud como derecho: Hacia el sistema único
¿Qué hay del futuro? Sobre el mediano plazo, el doctor Zenteno aseguró::
“En lo personal, es poder concretar el sistema único de salud. Yo creo que la manera de resolver el problema de salud fragmentado en el país, es orientarlo”.
Consideró que esto servirá para homologar procedimientos, infraestructura, salarios y las compras consolidadas.
“Eso va a permitir tener de nuevo la rectoría del Estado. El tema de la salud como un tema de seguridad nacional. La salud no es una mercancía, es un derecho que está consagrado en la Constitución. El derecho humano de la salud lo tenemos que hacer efectivo y para ello hay que tener el Sistema único, para garantizar gratuidad en medicamentos, estudios y servicios a cualquier meciano, en cualquier parte del territorio nacional”.
Al ser cuestionado sobre si esto podría ocurrir en este sexenio, consideró que la administración dejará las bases. La visión del presidente con IMSS Bienestar, está siendo un antecedente imprescindible para lograrlo.
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