Calderón, ignorante selectivo

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(13 DE JUNIO, 2022) Por J. Jesús Esquivel.

 

Calderón, ignorante selectivo

 

Washington – La ignorancia selectiva de Felipe Calderón está siendo utilizada por él y por el atajo de exasesores que tuvo en su gobierno como cortina de humo para exonerarse de cualquier involucramiento con el caso de su exasesor, amigo, mano derecha, confidente y arquitecto de su lucha militarizada contra el narcotráfico: Genaro García Luna.

Es una constante que en su cuenta de Twitter, Calderón pretenda evitar el incendio que se le viene encima con García Luna. Alega en las redes sociales que el juicio en Nueva York contra su paladín de la narco corrupción lleva tanto tiempo en la antesala porque Estados Unidos carece de pruebas para sostener las acusaciones que le imputa.

Como marionetas, sus exachichincles le siguen el juego y le hacen eco de sus mentiras en las redes sociales difundiendo lo indefendible. Desplumemos al gallo pluma por pluma, como se dice en el Averno y mansión del Chamuco, para ver cuánta carne tiene el que le cantó a San Pedro.

A García Luna lo arrestó la DEA en diciembre de 2019 en Dallas, Texas. Su juicio por narco iniciará en octubre de este año en la Corte Federal del Distrito Este en Brooklyn, Nueva York, ante el juez Brian Cogan.

En 2009, diez años antes de que los gringos le echaran guante al también extitular de la AFI en el sexenio de Vicente Fox -quien para Entre calaveras y diablitos es el mandatario más idiota que hemos tenido en México y miren que es muy dura la competencia por el título- este tecleador publicó una entrevista con Tony Plácido, en ese momento jefe de operaciones de inteligencia de la DEA, en la cual ya hablaba de los nexos de García Luna con el Cártel de Sinaloa. Recuerdo que cuando salió publicado mi texto, todo el calderonismo se me vino encima.

Es sabio el tiempo, dicen los de más experiencia que huelen a azufre. Desde el sexenio del que recomendaba no leer (y créanme que a Fox y su Martita les hace mucha falta leer) ya la DEA venía recopilando un amplio expediente de narco corrupción en contra de García Luna.

Lo primero que el Departamento de Justicia estadunidense le ofreció a García Luna tras su detención, fue un acuerdo para convertirse en testigo cooperante que implicaría un encarcelamiento relativamente corto, tal vez no decomisarle todo el billete que hizo como narco a cambio de denunciar a quienes lo solaparon y dejaron trasegar drogas a gusto.

La oferta sigue vigente, pero García Luna cree que puede salvar el pellejo y está dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias ante el juez que sentenció a cadena perpetua más 30 años de prisión a Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, su aliado en el Cártel de Sinaloa.

Estando tras las rejas García Luna, se vino la pandemia de COVID-19 y el proceso de preparación del juicio se complicó para los fiscales del Departamento de Justicia estadunidense y para la defensa que lidera César de Castro, abogado de oficio que busca reputación y fama en un litigio que por ahora se percibe como un caso perdido.

Los fiscales que acusan al exsecretario de Seguridad Pública de Calderón han entregado a la Corte más de un millón de páginas, cientos de grabaciones de conversaciones telefónicas y decenas de videograbaciones como evidencia en contra del acusado. Las pruebas han sido recopiladas en México, Estados Unidos, Colombia, Panamá y otras naciones. Mucha de esa información está catalogada como material sensible de seguridad nacional y su contenido no se conocerá hasta el juicio. Octubre está a la vuelta de la esquina. Si en el juicio de El Chapo el nombre de García Luna y el de Calderón salieron a relucir en varias ocasiones como pareja de coludidos del narcotráfico, imagínense en el proceso judicial del exsecretario de Seguridad Pública; la referencia de esta dupla será común denominador en todo el litigio.

Felipe Calderón, como abogado y monigote de Washington durante su sexenio, sabe que la preparación de un juicio a nivel federal en Estados Unidos toma tiempo. Los procesos no se hacen al alimón como en nuestro país. La ignorancia selectiva de Calderón concibe que, con juicio y sin juicio, él saldrá revolcado. Si García Luna se convierte en testigo cooperante, ya se pueden sortear los nombres en la lista de personajes a quienes denunciará y traicionará. Y si hay juicio, bueno, será mejor que Calderón busque cobijo en las llamas del Averno. ¡Le va a llover! Otro detalle: Calderón sí sabía lo que hacía García Luna con el narco. Que se haga es otro cantar. Todos sabemos que quien por su culpa es buey hasta la coyunda lame.

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