Portada: Luis Gantús
(03 DE FEBRERO, 2022).- En la búsqueda de la historia perdida de la historieta mexicana, hoy descubriremos a un autor que combinó la creatividad con ser emprendedor y revolucionario. Hablamos de: Juan Arthenack
Nacido en la Ciudad de México en 1891, Juan Arthenack estudia en la Academia de San Carlos y, para pagarse sus estudios, trabaja de lavaplatos, donde lo descubre Carlos Alcalde y se lo lleva a trabajar como ilustrador en El Imparcial, periódico en el que empieza su carrera artística.
Durante esos años, combina su trabajo como ilustrador con esporádicos trabajos en cine haciendo papeles cómicos e incursiona en el dibujo publicitario realizando los anuncios para la compañía petrolera El Águila.
El 1 de agosto de 1928, en las páginas de El Universal Gráfico, aparece por primera vez su personaje insignia: Adelaido El Conquistador, el cual publica de forma ininterrumpida de 1929 a 1940.
Adelaido Torongón es un joven mexicano de la época, enamoradizo, pero poco hábil y sin suerte para lograr sus conquistas. Chato, con boca de alcancía y cara de vejiga. Como lo describe el mismo Arthenack, Adelaido representa al muchacho de procedencia humilde, que siempre cuidará su aspecto físico, aunque tenga los calzones y calcetines llenos de hoyos, lo que en su momento se conoció como “fifí de arrabal”.
El éxito de Adelaido ocasiona que en 1932, Arthenack decide publicar su propia revista, lo que sería LA PRIMERA REVISTA, EN EL MUNDO, PUBLICADA POR SU AUTOR DE FORMA INDEPENDIENTE.
Su visión empresarial, probablemente aprendida en sus años en la publicidad y el cine, le permite mantener su revista durante más de 100 números y marca la tendencia para el tamaño y periodicidad de los siguientes títulos de historieta mexicana, como Paquín, Pepín o Chamaco, que dominarían el mercado en los siguientes años.
Inclusive, la revista Paquín copia el lema de la revista de Arthenack: La revista para niños de uno a cien años. Cabe mencionar que, en 1931, Arthenack publicó la re vista de humor político El turco (en clara referencia al apodo que tenía Plutarco Elías Calles), dicha revista no pasó del primer número, ya que la policía callista retiró todo el tiraje de los puestos de periódico.
Juan Arthenack muere en 1940, y con él, se fue el personaje que dibujó hasta su muerte. En 1948, su hijo Juan trata de revivir a Adelaido, dibujándolo en la revista Figuras pero no tuvo éxito y desapareció al poco tiempo. Juan Arthenack fue un precursor adelantado a su tiempo que merece ser reconocido y celebrado por su visión artística y empresarial.
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