Portada: iStock / @deepseek_ai
(31 DE ENERO, 2025).-Seguramente, a lo largo de esta semana, ya muchas personas han oído hablar de la compañía de inteligencia artificial que hizo tambalear a las empresas desarrolladoras de tecnología más importantes de Occidente.
Y es que el domingo 26 de enero, el mismo día del escándalo diplomático entre el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se servía sobre la mesa un plato chino.
Deep Seek se posicionó como la aplicación de asistencia de inteligencia artificial con más descargas en la app store, pasando por encima del aclamado proyecto tecnológico Chat GPT.
Figuras como Marc Andreessen, fundador del primer navegador web gráfico y que actualmente es una de las personas más influyentes en el mundo de las inversiones de capital riesgo, mostraron su sorpresa e incluso preocupación.
El eco resonó en el mundo tecnológico occidental, provocando que las empresas dedicadas a la fabricación de procesadores gráficos, aplicaciones de código, microchips y centros de datos despertaran el lunes 27 de enero con caídas en los valores de sus acciones.
La pérdida del valor de estas empresas no solo fue provocada por que se tratara de una empresa China, sino que fue algo mucho más revelador.
Esta persona se llama Liang Wenfeng, un ingeniero especializado en información y comunicación que realizó su tesis sobre el desarrollo de algoritmos de bajo costo. Años más tarde, Wenfeng, junto a compañeros de universidad, fundó la empresa High Flyer, enfocada en procesar datos del mundo financiero.
Este proyecto no solo le dio riqueza, sino también la posibilidad de enfocarse en nuevos pasatiempos. Comenzó a comparar miles de GPU’s (unidades de procesamiento gráfico o microchips) de la empresa Nvidia, lo cual fue visto solo como un pasatiempo de un tipo nerd con peinado terrible. Sin embargo, todo cambió.
En 2023, Liang anunció que su empresa High Flyer se enfocaría en generar inteligencia artificial financiando a la empresa Deep Seek, que él mismo fundó. Logró juntar hasta 10 mil microchips de Nvidia hasta antes del 7 de octubre de 2022, cuando Joe Biden, siendo presidente de Estados Unidos, restringió la venta de semiconductores y demás tecnología a China. También, para su nueva empresa, contrató jóvenes en los que buscó cierto grado de capacidad y pasión, dejando a un lado la experiencia.
A los dos años, su empresa logró desarrollar Deep Seek – 2, y más tarde, el 10 de enero, el mundo conoció su primera aplicación gratuita de chatbot, Deep Seek – V3.
Liang Wenfeng creó un modelo de lenguaje que igualaba en eficiencia al famoso ChatGPT, pero no solo eso, sino que en vez de utilizar 16 mil chips o más como suelen usar las demás compañías occidentales para entrenar a sus chatbots, los ingenieros de Deep Seek solo necesitaron unos 2 mil 48 chips desembolsando 5.6 millones de dólares, casi 10 veces menos dinero de lo que gastó Meta en construir su más reciente tecnología de IA.
Y eso no es todo, Wenfeng decidió dejar abierto su código y el modelo de razonamiento Deep Seek R1, en el que se apoyó para crear la IA. Lo que significa que otras empresas, investigadores o personas pueden modificar su código e incluso comercializar con él.
Esta estrategia, contraria a las prohibiciones norteamericanas, se piensa que permite no solo ampliar el progreso en otras áreas en las que la inteligencia artificial podría influir, sino también mejorar cada vez más.
Sin duda estamos frente a dos modelos de desarrollo tecnológico muy distintos, y cómo a veces una estrategia de prohibición puede generar campos de oportunidad para la innovación.
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