Portada: Monero Hernández
(20 DE ENERO, 2025).-Donald Trump acaba de asumir oficialmente el cargo de presidente de los Estados Unidos.
Durante su ceremonia de investidura, el nuevo presidente proclamó un discurso en el que calificó este día como el “Día de la Liberación”, al mismo tiempo que prometía fortalecer de nuevo a su nación.
“Mi reciente elección por parte de la gente es irreversible. El declive ha terminado. Fui guiado por Dios para hacer a Estados Unidos grande de nuevo. Y este día 20 de enero, es el día de la liberación”, expresó Trump.
El mandatario también anunció que firmará una serie de decretos y órdenes ejecutivas, las cuales enlistó y colocó entre sus prioridades al inicio el control de la inmigración ilegal en la frontera sur estadounidense.
“Hoy voy a firmar una serie de históricas órdenes ejecutivas que van a comenzar la reestructuración completa de Estados Unidos y la revolución bajo un sentido común. Primero voy a declarar estado de emergencia en nuestra frontera sur”, indicó.
También, añadió que designará a los cárteles de la droga como organizaciones terroristas, una medida que ya había expresado durante su campaña y que su secretario de Estado, Marco Rubio, señaló que esto tendría múltiples implicaciones.
Aseguró que desplegará fuerzas federales en la frontera y en ciudades clave para combatir el crimen.
En el ámbito económico, señaló que “luchará” por bajar la inflación y proteger a los consumidores estadounidenses. Además, añadió que implementará un “Tratado de Protección a los Trabajadores Estadounidenses” para garantizar mejores condiciones laborales y combatir el desempleo. Y aprovechó para informar que va a declarar “Emergencia Nacional Energética” para impulsar la producción y exportación de petróleo con el objetivo de volver a Estados Unidos líder mundial.
Además, señaló que buscará controlar el Canal de Panamá para hacerle frente a la intervención de China, al mismo tiempo que acusó de traicionar acuerdos al país centroamericano.
Entre sus últimas proclamaciones en su discurso, añadió que habría una orden ejecutiva para la libertad de prensa, el establecimiento de solo dos géneros y el renombramiento del Golfo de México a Golfo de América. También señaló a Estados Unidos como una potencia tecnológica histórica y dio a entender que destinaría esfuerzos para mantener una competitividad tecnológica del país.
Su tan esperado discurso crea aún más incertidumbre sobre qué promesas cumplirá entre sus polémicas proclamaciones que podrían desatar tensiones diplomáticas en la región.
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