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(02 DE DICIEMBRE, 2024).-El viernes 29 de noviembre, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sostuvieron una reunión en la residencia Mar-a-Lago del republicano para discutir la imposición de nuevos aranceles estadounidenses del 25% sobre productos canadienses, el comercio bilateral y la crisis del fentanilo.
Trump calificó la cena como “muy productiva” en una publicación en su red social Truth Social, aunque no aclaró si desistirá de su intención de imponer los gravámenes. Según el republicano, ambos líderes discutieron sobre la necesidad de cooperación para abordar la migración ilegal y la crisis de drogas, particularmente la llegada de fentanilo desde China a través de Canadá y México.
Al respecto, la embajadora de Canadá en Estados Unidos, Kirsten Hillman, quien también estuvo presente en la reunión, en una entrevista con AP, señaló que “quedó comprendido que la frontera canadiense es vastamente diferente a la mexicana“, indicando que apenas 43 libras de fentanilo fueron incautadas frente a más de 21 mil libras en la frontera con México. Además, solo el 1% de los arrestos relacionados con migración ilegal en el último año se produjeron en la frontera norte.
Trudeau, por su parte, describió la conversación como “excelente” al hablar con periodistas antes de regresar a Canadá. No obstante, reiteró la preocupación de su gobierno por los posibles aranceles, advirtiendo que afectarían tanto a trabajadores canadienses como a consumidores estadounidenses.
Canadá, exporta alrededor del 77% de sus productos al Estados Unidos, generando cerca de 423 mil millones de dólares anuales.
Durante la reunión, los líderes también discutieron otros temas de interés mutuo, como la seguridad fronteriza, la cooperación energética, la defensa y la próxima reunión del G7 que se celebrará en Canadá en 2025.
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