(05 DE AGOSTO, 2024) Por J. Jesús Esquivel.
Combinación letal
Washington – La entrega pactada al gobierno de Estados Unidos de Ismael “El Mayo” Zambada García, ya es parte de los anales de la truculenta historia de la fracasada guerra contra el narcotráfico. En la prensa de Estados Unidos, la entrega del capo es un capítulo cerrado.
En la de México, el asunto es como un mar embravecido de teorías y ficciones. O, como dirían mis padrinos los hijos del Averno cuando arranca un gobierno, de eso sacaremos hebra para tostar más almas pecadoras y corruptas y para santificar al Chamuco.
No quiero arropar argumentos de que si este se enteró o sobre si al otro le tomaron el pelo. El Mayo pronto empezará a cantar y su canto tenebroso será como la lepra para los políticos, gobernantes, militares, empresarios y policías tocados con sus dedos o dólares de corrupción.
Hay un detalle que ha pasado imperceptible en la historia respecto a las consecuencias de la cooperación que ofrezca El Mayo al Departamento de Justicia para la elaboración de encauzamientos judiciales por narcotráfico, lavado de dinero y corrupción por narco.
Los fiscales del gobierno estadounidense tienen otra pieza del rompecabezas del narcotráfico que embonará a la perfección con las declaraciones que, a cambio de convertirse en testigo protegido con un trato médico adecuado y humano, les dará El Mayo.
El 9 de octubre de este año, en la Corte Federal del Distrito Este en Brooklyn, Nueva York, el juez Brian Cogan sentenciará al narcotraficante Genaro García Luna, amigo, asesor, confidente, mano derecha y secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón.
Al haber sido declarado culpable de todos los cargos de conspiración para traficar cocaína a Estados Unidos, el juez Cogan no tiene muchas opciones para sentenciar al narco García Luna. En el librito de sentencias, el delito de conspiración internacional significa cadena perpetua como castigo máximo o de 5 a 15 años de cárcel como pena mínima, si coopera traicionando a sus compinches que en el gobierno de Calderón sirvieron y ayudaron al Cártel de Sinaloa.
El pronóstico judicial que le depara a García Luna es sencillo: si se hace el machito y cierra el pico, será enviado a una celda de una prisión federal y de ese calabozo únicamente saldrá con los tenis por delante.
La otra sopa que puede probar es la traición a sus cómplices en el narcotráfico durante el sexenio calderonista y convertirse en testigo cooperante de los gringos; recibir una sentencia mínima de cárcel a la que habría que restarle los casi cinco años que lleva en el tambo y con eso incluso hasta podría ni siquiera estar tras las rejas.
La combinación letal de declaraciones que haga El Mayo con las de García Luna y que ambas encuadren para elaborar procesos judiciales en el Departamento de Justicia, indudablemente sacudirá las estructuras gubernamentales y marciales de México. Y eso, en el Averno obligará a mis padrinos a construir más calderas porque las disponibles no alcanzarán para quemar a tanto narco corrupto. ¡Ahí se ven!
