(15 DE JULIO, 2024) Por J. Jesús Esquivel.
Cónclave segregacionista
Milwaukee – Del lunes al jueves de esta semana, aquí en Milwaukee, Wisconsin, el mundo será testigo de un desfile segregacionista cuyo objetivo es ungir a Donald Trump como líder del racismo.
La Convención Nacional del Partido Republicano en Milwaukee es una especie de cónclave segregacionista porque en la plataforma electoral para supuestamente nominar a Trump, otra vez como su candidato presidencial, el punto toral es “la lucha contra los inmigrantes”.
Como ocurrió hace 8 años en Cleveland, Ohio, cuando Trump fue nominado como candidato presidencial republicano y los asistentes al evento político estaban fascinados porque su elegido prometía limpiar a los Estados Unidos de la presencia de inmigrantes, aquí en Milwaukee se repetirá la trama.
El racismo está exacerbado porque Trump promete que si gana nuevamente la Casa Blanca, desde el día uno de su segundo mandato ordenará llevar a cabo redadas masivas para encarcelar y luego expulsar a inmigrantes mexicanos y a los de otros países, carentes de papeles.
De la plataforma electoral, una especie de lista de promesas que presentan en las convenciones los ungidos y que si ganan la Casa Blanca nunca cumplen, Trump cercenó varios asuntos y como credo proclamó a la guerra contra los inmigrantes indocumentados. Se necesitan lentes oscuros para no lastimar el iris de los ojos al mirar a tanto caucáseo racista reunido en torno a un político convicto.
En los cuatro días de cónclave se presentarán toda una sarta de amenazas contra los millones de inmigrantes que con su trabajo son piedra angular de la economía de los Estados Unidos. “Narcotraficantes, violadores, criminales, asesinos”, son algunos de los adjetivos descalificativos con los que Trump aderezará su discurso triunfal para proclamar la inauguración de la temporada de caza contra los inmigrantes indocumentados que en su mayoría son mexicanos.
Señor presidente, Andrés Manuel López Obrador, no se aferre; su amigo Trump nos odia a los mexicanos.
Los republicanos que se arremolinarán en Milwaukee para besar el anillo de su padrino racista son un ingrediente clave para entender la segregación étnica que el abanderado republicano desea llevar a cabo.
Mis padrinos, los hijos del Averno, necesitarán varias calculadoras para contar a las almas podridas que en Milwaukee acompañarán al acólito del odio como parte de un almuerzo del sagradísimo Chamuco.
¡Ver para creer! En pleno siglo XXI y luego de décadas del triunfo del movimiento civil en Estados Unidos, Trump promoviendo una barbarie étnica por el simple placer de mostrarse como un Hitler moderno. ¡Oye, Trump!, ¿se acuerdan?
