(10 DE JUNIO, 2024) Por J. Jesús Esquivel.
¿César Duarte, libre?
Washington – Justo en el momento en que México y los mexicanos con la elección de Claudia Sheinbaum como presidenta electa y que al mismo tiempo con el voto dijeron “no más” a los políticos tradicionales y corruptos del PRI, PAN y PRD que se amancillaron como oposición, en Chihuahua fue liberado uno de los saqueadores más grandes de la historia: César Duarte, el exgobernador priista de la entidad norteña.
La liberación de este delincuente que saqueó miles de millones de pesos de las arcas de Chihuahua es una vulgar burla a todo el país. Lo ocurrido con Duarte es simplemente inconcebible en la actualidad política. El desgaste y esfuerzos diplomáticos del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador que logró que Estados Unidos enviara a Duarte a Chihuahua para ser juzgado, se fueron al traste.
No importa que tenga un grillete para ser vigilado, Duarte no debería estar libre y acurrucado por su familia, que son quienes que están disfrutando del dinero que le robó al pueblo de Chihuahua.
Con un caso como este se pierde la credibilidad en los gobernantes, políticos e instituciones. Otra vez los privilegios de unos cuantos que robaron todo, se imponen en nuestra realidad de impunidad e injusticia.
Es sabido que la gobernadora panista de Chihuahua, Maru Campos, protege y brinda todo tipo de privilegios a Duarte, y nunca se hizo nada para corregir el error ni la flagrante violación de las leyes.
Absurdo y obsoleto queda el expediente judicial que presuntamente tiene en contra de Duarte el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, y que se supone contiene acusaciones graves.
Los procesos tienen un curso y se rigen por reglas y leyes. Pero dejar libre a Duarte es un mensaje grave para una sociedad que no quiere regresar al pasado de corrupción.
Este era el momento para que Gertz Manero entrara en acción ante la grotesca escena de arreglos políticos con jueces, gobernadora y exgobernador. Los brazos cruzados de la FGR nos abofetean con su inutilidad; la gente quiere justicia. No se perdieron cien pesos durante el sexenio de Duarte en Chihuahua. El desfalco al erario norteño es brutal.
Siempre las ratas con la cola más larga son las que salen triunfando de entre la podredumbre política. Si hay cargos federales contra Duarte, que sea Gertz Manero el que actué vinculándolo a proceso y regresándolo al tambo.
El Chamuco espera con ansia a Duarte y mis padrinos, los hijos del averno, ya le tienen muy acondicionado su nicho.
Nadie puede entender la inoperancia de quienes tienen que ejercer las acciones penales en contra Duarte. ¡Carajo! No fueron dos pesos, sino miles de millones los que se perdieron en Chihuahua.