Son chinaderas

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(21 DE NOVIEMBRE, 2023) Por J. Jesús Esquivel.

 

Son chinaderas

 

 

Washington – Acostumbrado siempre a culpar a otros de sus errores, vicios y pecados, el gobierno de Estados Unidos atemperó su retórica tradicional de mirar hacia México cuando se trata del narcotráfico.

Con menos maña y mala leche, Joe Biden, el presidente de Estados Unidos, involucró a China en la responsabilidad global de contener al trasiego de la materia prima para la manufacturación del fentanilo, que hasta en sobredosis se mete una parte importante de sus conciudadanos. En la antesala de la reunión de la APEC que a Biden le tocó dirigir en San Francisco, California, la presencia de Xi Jinping, el poderoso presidente de China, fue una válvula de escape para que los gringos dejarán de victimizarse del narcotráfico mexicano.

Con Xi y de tú a tú, Biden negoció una alianza para fortalecer las acciones aduanales y tecnológicas para contener al trasiego de precursores químicos chinos necesarios para la fabricación del fentanilo puro y de todos los enervantes sintéticos derivados de estos.

Bajo la misma estructura de la reunión de la APEC, pero en encuentros bilaterales, Biden con similar propósito se entrevistó con el presidente Andrés Manuel López Obrador y con Justin Trudeau, el primer ministro de Canadá. La tarea del octogenario presidente de gringolandia fue que con la ayuda de Xi se intentará reducir la llegada a los puertos mexicanos y canadienses de contenedores repletos de precursores químicos chinos, destinados al narcotráfico bajo la etiqueta falsa de que

serán entregados a la industria farmacéutica. La máscara diplomática que se puso Biden para hablar con Xi ocultó una realidad inalterable; que si los precursores químicos de China llegan como racimo de uvas en contenedores a los puertos de Canadá y de México, es porque su gobierno es un fracaso para detener la demanda y consumo de enervantes y fentanilo entre la sociedad de su país. ¡Son chinaderas! Dirían mis padrinos, los hijos del Averno y hasta el bendito Chamuco, echando mano de un lenguaje menos prosaico y más diplomático en concordancia con la hipocresía de Biden.

Ahora hasta China llegan las culpas de que todos los días en Estados Unidos mueran unas 310 personas a causa de una sobredosis de drogas sintéticas elaboradas con fentanilo.

Va la máscara de Biden contra la cabellera del Profesor de Profesores, el monero Rapé, a que Donald Trump y ningún republicano del Capitolio de Guarachinton se atreve a fanfarronear con lanzar misiles intercontinentales o enviar a sus soldados del Pentágono a China para acabar con la industria de los precursores químicos, tal y como lo hacen para el caso de su sueño jarocho de borrar del mapa a los narcos mexicanos sin tener que molestar a los drogadictos de su país.

Sin demanda y consumo de estupefacientes no habría drogadicción ni tantos muertos, sostienen los que saben de salud pública y de educación. Sin precursores químicos y sin la incontenible adicción estadunidense tampoco habría fentanilo ni píldoras psicotrópicas, aunque nos quedaría la mota, heroína, cocaína y sus derivados. Es un cuento de nunca acabar. Les digo: ¡estas sí son chinaderas!

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