Mártir y villano

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(12 DE JUNIO, 2023) Por J. Jesús Esquivel.

 

Mártir y villano

 

 

Washington – Era cuestión de tiempo y se cumplió. Al filo de la navaja Donald Trump había venido librando batallas judiciales provocadas por su egoísmo, mentiras, desdén a las leyes y tendencia a manipular sus obligaciones fiscales. Logró lo que parecía imposible; ser presidente de los Estados Unidos. Se embriagó de poder y pisoteo la constitución política de su país ya estando fuera de la Casa Blanca. Se creía intocable.

Ahora Trump es un criminal potencial tras haber sido acusado formalmente de 37 delitos federales; varios considerados violación a la ley de espionaje y podría convertirse en el primer expresidente de los Estados Unidos en ser enviado a prisión si es declarado culpable.

Los delitos que presuntamente cometió Trump exponen el narcisismo que lo ha caracterizado toda su vida. Tras perder la elección presidencial de noviembre de 2019 y luego de haber incentivado el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2020 para evitar que Joe Biden fuera ratificado como su reemplazo, sacó de la Casa Blanca ilegalmente documentos clasificados y secretos sobre seguridad nacional y tácticas nucleares.

Como bien podrían decir mis padrinos los hijos del Averno, Trump creyó que la investidura presidencial era eterna cuando el único y exclusivamente perpetuo es el gran Chamuco.

Jack Smith, el fiscal especial del Departamento de Justicia a cargó de investigar a Trump y quien elaboró el encausamiento judicial con las 37 imputaciones, hizo una hoja de ruta minuciosa y detallada sobre las artimañas del expresidente para mentir, ocultar y exponer ilegalmente secretos de defensa y vulnerabilidades de la seguridad estadunidense.

El argumento criminal contra Trump es demoledor: puso en riesgo a la seguridad nacional de Estados Unidos y de pasada, la de otros países.

Siempre, siempre, el hilo se rompe por lo más delgado, dicen por ahí. Justo eso le ocurrió al petulante millonario y magnate de bienes raíces.

Por cuestiones históricas y no porque su caso fuera excepcional, los Archivos Nacionales de Estados Unidos tienen que recolectar para contar a las nuevas generaciones los hechos presidenciales. Trump no entregó a los Archivos Nacionales algunos documentos que firmó siendo presidente y que se requerían para el acervo histórico. Cuando decidió entregar dichos papeles y los envió de su casa de Mar-a-Lago en Florida a la capital estadunidense, no se dio cuenta que entre esos expedientes iban documentos clasificados y con ello prendió la alarma. Como en cascada, la investigación terminó en una redada a Mar-a-Lago por agentes del FBI en agosto de 2022. El allanamiento confirmó que Trump tenía en su poder cientos de documentos con secretos nucleares del Pentágono. Una grabación integrada en el expediente criminal en su contra y que podría ser la prueba más contundente para sostener las acusaciones, expone a Trump en julio de 2021 presumiendo a un grupo de asesores y allegados el contenido de uno de esos secretos nucleares y de defensa de Estados Unidos. Este incidente en el que además al expresidente se le escucha admitir que lo que narraba y tenía en su poder violaba la constitución. En palabras llanas, Trump desclasificó información que solamente un presidente constitucional en funciones tiene la potestad para hacerlo y él ya no era; y esto es un delito federal.

Este martes 13 de junio inicia el proceso judicial sin parangón y la estrategia de defensa de Trump. Ante la corte federal en Miami, Florida, el expresidente será oficialmente arrestado luego de que le lean las imputaciones, todas. Por medio de sus abogados se declarará “no culpable”, y es muy probable que la jueza federal (elegida y postulada por Trump cuando era presidente) Aileen Cannon, lo deje en libertad provisional y condicional por medio del pago de una fianza.

Azotándose en el suelo como es costumbre y manía de Trump, este ya se ha declarado víctima de una cacería de brujas con fines políticos. A lo largo de sus 4 años en la Casa Blanca, Trump se acuñó como carnada de maniobras nigrománticas para arruinarlo políticamente.

No hay duda de que Trump es adorado por millones de estadunidenses que comulgan con él por su racismo, vanidad y menosprecio a las leyes.

Entre los 10 candidatos a la nominación presidencial por el partido republicano para los comicios de noviembre de 2024, Trump se encuentra al frente de la preferencia de los electores. Aun estando en la cárcel puede ser candidato a la presidencia y, de ocurrir esto su plan electoral será sencillo: empotrarse en la piel de mártir siendo un villano.

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