Calderón en la caldera

COMPARTA ESTE ARTÍCULO
Tiempo de lectura: 3 minutos

(27 DE FEBRERO, 2023) Por J. Jesús Esquivel.

 

Calderón en la caldera

 

 

Washington.- Ahora que en Estados Unidos Genaro García Luna está oficial y judicialmente tipificado como criminal y narcotraficante, quienes colaboraron con él y lo justificaron deben dormir muy poco.

El aliado del Cártel de Sinaloa y de Arturo Beltrán Leyva será sentenciado el martes 27 de junio por el juez Brian Cogan en la sala 8D de la Corte Federal del Distrito Este en Brooklyn, Nueva York.

En ese salón judicial en donde García Luna fue declarado culpable de todos los delitos que le imputó el Departamento de Justicia, y en el cual deberá dictársele su condena, ha sido un patíbulo para narcotraficantes y políticos mexicanos.

En la sala 8D el juez Cogan sentenció a Joaquín, “El Chapo” Guzmán Loera a cadena perpetua más 30 años de cárcel y a muchos otros narcos menos conocidos. En ese recinto, los capos, sicarios y cerebros del narcotráfico latinoamericano han recitado por conveniencia los nombres de expresidentes, políticos, funcionarios públicos, militares, policías y hasta artistas que se benefician con los millones de dólares provenientes de la imparable adicción de los estadunidenses a todo tipo de narcóticos.

Como la de El Chapo, el veredicto unánime de culpabilidad contra García Luna implicaría una condena de cadena perpetua o por lo menos 20 años de cárcel. Es prerrogativa de Cogan determinar el castigo ejemplar.

Pero ¡paren prensas! No todo está perdido para el narcotraficante y exsecretario de Seguridad Pública en el sexenio de la muerte de Felipe Calderón. Al que sus secuaces en el Cártel de Sinaloa apodan “Metralleta”, anularía la posibilidad de que sea con los tenis por delante la forma de salir de una prisión federal de Estados Unidos si, como sus comparsas, Jesús, “Rey” Zambada García y Sergio Villarreal Barragán, “El Grande”, traiciona a sus compinches, amigos y compadres.

Metralleta no tiene ya nada que perder y mucho por ganar. El sistema judicial estadunidense perdona a cualquier delincuente y piltrafa de ser humano si recurre a la traición para que el poder hipócrita de Washington se enaltezca con su mote de policía del mundo.

Si García Luna quiere librarla de pasar el resto de sus días en un calabozo, lo único que debe y tendría que hacer es abrir la boca para traicionar y denunciar a quienes le ayudaron y a quien le permitió, siendo secretario de Seguridad Pública, asociarse con el Cártel de Sinaloa.

Y sí, como dicen mis padrinos los Hijos del Averno; el primer nombre que escupiría Metralleta como bala de alto poder y expansiva es el de Felipe Calderón. Bajo un acuerdo de cooperación con el gobierno de Estados Unidos para atenuarle la condena que Cogan le dicte el 27 de junio próximo, podríamos eventualmente confirmar que Calderón sí sabía lo que hacía García Luna con el Cártel de Sinaloa y quiénes otros, además de los obvios, integraron al Cártel del Tartamudo que operó desde Los Pinos.

La caldera para Calderón está más que lista y El Chamuco la tiene en un lugar privilegiado de su infierno. ¡Jolines, macho, que me cagó en la leche; pues qué esperaban!, como dirían los vecinos del expresidente y panista que se fue a vivir a Madrid por aquello de yo mejor me escondo.

¿A quiénes más podría denunciar y traicionar Metralleta para salvar el pellejo de una mazmorra? Bueno, la lista es larga, pero empecemos por sus achichincles ya acusados de narcotráfico ante el juez Cogan; Luis Cárdenas Palomino y Ramón Pequeño García.

Si abre la boca Metralleta, como de las cañerías del desagüe de la misma ciudad de Brooklyn en donde fue condenado, brotará todo tipo de porquerías y desechos humanos. Sin la corrupción gubernamental, el narcotráfico sencillamente no puede funcionar, como lo reiteramos una vez más con el juicio a García Luna.

¿Cuántos más colaboraron con García Luna para empoderar al Cártel de Sinaloa? Lógico que Calderón no fue el único, la DEA también lo hizo apapachando a Metralleta como director de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) y luego como Secretario de Seguridad Pública.

Vicente Fox es tan pen… que por escurrir tanto amor por “Martita” no se dio cuenta de lo que hacía García Luna. Chente por lo menos aprendió el oficio del Chapo: agricultor de mariguana. Eduardo Medina Mora, Arturo Chávez Chávez y Marisela Morales Ibáñez fueron cabezas de la Procuraduría General de la República durante la presidencia de Calderón. Dudo que este trío sufra el síndrome de Fox.

COMPARTA ESTE ARTÍCULO

Entradas relacionadas