(21 DE NOVIEMBRE, 2022) Por J. Jesús Esquivel.
Embarran a Vicente Fox con García Luna
Washington – La semana pasada, los fiscales federales del Departamento de Justicia de Estados Unidos entregaron a la Corte Federal del Distrito Este en Brooklyn, Nueva York y a César de Castro, abogado de oficio de Genaro García Luna, nuevas evidencias para sustentar sus acusaciones de narcotráfico al amigo, asesor, confidente, mano derecha y secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón.
Lo que llama la atención de esos folios, que incluyen evidencias que subrayan que García Luna estaba coludido con una fracción del cártel de Sinaloa, es que ahora los fiscales gringos embarraron a Vicente Fox con el arquitecto de la guerra militarizada contra el narcotráfico orquestada en el Sexenio de la Muerte de Calderón.
García Luna, debemos matizar, fue titular de la desaparecida Agencia Federal de Investigaciones (AFI) a lo largo de la presidencia de Fox. La acusación de narcotráfico del gobierno de Estados Unidos en contra de García Luna, y por lo que fue arrestado en diciembre de 2019 en Dallas, Texas, sostiene que los ilícitos que cometió el amigo de Calderón los ejerció desde el año 2001 hasta poco antes de ser detenido.
Por lo causado en el país, miles de muertes y desapariciones a lo largo del gobierno de Calderón, se ponía poca atención a lo que pudo haber hecho García Luna desde la AFI para respaldar y colaborar con el narco.
En su defensa, y que solamente sus fieles seguidores le creen, Calderón sostiene que él no sabía lo que su confidente hacía con el narcotráfico.
Repito, nadie en su sano juicio podría comprar el argumento de Calderón. Ahora bien, es altamente creíble y probable por la capacidad de intelecto que tiene y que día a día refrenda en las redes sociales, que Fox tampoco, porque no lee y cuando lo hace lee a “Borgues” y por eso no se enteró de las andadas criminales del personaje a quien le asignó la responsabilidad de dirigir a la AFI.
Por la notoriedad de su alianza con Calderón, perdimos la brújula sobre sus pasos y posibles fechorías durante el sexenio foxista.
No es que Fox sea santo; si no se enteró de lo que hizo García Luna, fue más bien por penitente, como educadamente diría El Chamuco dando lecciones de buena conducta a mis padrinos los hijos del Averno y sólo por omitir una palabra altisonante.
Durante el mandato conyugal de Chente y Martita, la única mención judicial en Estados Unidos que los tiznó con el narco surgió en el caso de Eduardo Ramírez Peyro, “Lalo”, un informante de la DEA que era operador del cártel de Juárez. En una de sus declaraciones juramentadas ante un tribunal federal en Estados Unidos, Lalo aseguró que el narcotráfico pagaba cuotas millonarias a los hijos de Martita Sahagún.
Los fiscales del caso García Luna, al parecer, tienen nuevas evidencias que podrían ensuciar de hollín narcotizado al exusuario de botas vaqueras. A la corte en Brooklyn y en preparación del juicio contra García Luna, calendarizado para
el 9 de enero de 2023, los fiscales le entregaron información “confiscada” y clasificada o reservada hasta el arranque del proceso judicial referida a estas fechas: 24 de mayo, 16 de agosto de 2002 y 28 de enero de 2003. Es decir, durante la presidencia del exvendedor y patrocinador de Coca-Cola y ahora promotor de la venta y consumo de mariguana.
Desconociendo el contenido de la información que los fiscales presentaron como nuevas evidencias de las actividades como narcotraficante de García Luna, es imposible pronosticar qué tan raspado podría salir Vicente Fox. Posiblemente no mucho, pero no podemos descartar nada con respecto al exmandatario ahora motero y mucho menos para el caso de la familia de su esposa, a quien en algún momento medios de comunicación, analistas, articulistas y columnistas maiceados llegaron a considerar como heredera del poder.
¿Quiénes, entre políticos, militares, policías, empresarios y periodistas que se rodearon y presumieron tener una relación de amistad privilegiada y de lealtad con García Luna se atreve a tirar la primera piedra? Nadie; fingen demencia como
Calderón que por andar en el agua nunca se enteró de lo que hizo su mano derecha. Fox y Martita se escudarán tras el argumento de que no leían, y cómo contradecirlos. Para el caso de sus allegados, la justificación de la ignorancia puede ser que anduvieran pachecos, en caso de que desde entonces Chente ya tuviera en mente ser un en mariguanero. ¡Chín! Otra vez me pasé de tinta.
