Armas, cultura y dinero

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(03 DE OCTUBRE, 2022) Por J. Jesús Esquivel.

 

Armas, cultura y dinero

 

 

Una cultura inconcebible y el dinero que todo lo hace indolente, son condimentos y denominador común que explican lo inexplicable: el control político, legislativo y judicial de la industria de las armas en Estados Unidos.

El gobierno de México sentó un precedente sin parangón en la nación vecina cuando, ante la Corte federal en Boston, Massachusetts, presentó una demanda civil en contra de 8 empresas estadunidenses fabricantes de armas.

La querella que rompió el statu quo de los intocables armeros estadunidenses, acusaba a la industria armamentista de negligencia dolosa al permitir que con sus pistolas, rifles y municiones de alto poder se alimente el tráfico de armas de norte a sur que empoderan al narcotráfico y al crimen organizado que cobardemente asesina a miles de ciudadanos inocentes de México.

La demanda que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador entregó en Boston por medio de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), acalambró al bolsillo de los señores de la industria de la muerte al sentarlos en el banquillo de los asesinos y criminales. Se buscaba una compensación para los familiares de los dolos de unos 15 mil millones de dólares; una bicoca para esos multimillonarios.

El calambre duró poco porque el amor y cultura a las armas en Estados Unidos se interpuso a la razón y justicia, aunque haya dejado abollados a los fabricantes de los artefactos del homicidio. Al cierre de la semana pasada, el juez Dennis Saylor, a cargo del caso en la Corte de Boston, emitió un fallo a favor de las 8 empresas demandadas por México y desechó la querella.

El magistrado, aunque reconoció que la Corte entendía y tenía empatía por lo que provoca el torrente de armas de su país a la sociedad mexicana, admitió que estaba obligado a no interferir con las leyes aprobadas por el Congreso federal y por ello declaraba inmunes a los armeros ante cualquier acción judicial y mucho más si ésta emanaba de una entidad extranjera.

Como dirían mis padrinos los hijos del Averno, hogar, dulce hogar del Chamuco: ‘¿de qué carajos nos sirve la empatía de Saylor?’. La SRE, por medio de la Consejería Jurídica y el equipo de abogados que contrató en Estados Unidos, apelarán la decisión de Saylor. Hay quienes tildan de iluso al gobierno de AMLO porque desde que se inició el pleito en Boston consideraban que era una batalla perdida. Marcelo Ebrard el canciller mexicano, en entrevista con este tecleador aseguró que desde que impugnaron a las 8 empresas gringas esperaban un primer desenlace como el que decretó el juez, pero que la apelación tiene posibilidades. ¿Qué hay detrás de la industria de las armas de Estados Unidos que hace indolente a su Congreso y al poder Judicial? El billete, mi querido discípulo, gritaría el mismo patrón del mal a su inocente pupilo.

En 2019, año de las tan polémicas elecciones presidenciales de Estados Unidos, la industria de las armas invirtió la módica cantidad de 113 mil millones de dólares en el financiamiento de campañas proselitistas, demócratas y republicanas y a todo nivel de elección popular. El Centro para Políticas Responsables, foro académico y de investigación estadunidense que recopiló el dato anterior, vaticina que este año los fabricantes de armas invertirán unos 130 mil millones de dólares en apoyos a candidatos demócratas y republicanos con miras a las elecciones de medio periodo de este 8 de noviembre.

¡Dinero mata carita!, le gritaban al Chamuco cuando andaba tras los huesos de la calaca y ésta, catrina hasta la médula, lo ignoró. Los dólares han hecho indolentes a los congresistas federales, estatales y locales de muchas entidades de los Estados Unidos frente a los amagos para cambiar sus leyes y prohibir la venta de armas semiautomáticas como las que usan los narcos para asesinar en México. Encima de las tumbas de niños como los que fueron asesinados en mayo de este año en Uvalde, Texas, y unos años antes en Connecticut, el Capitolio protege a los armeros.

El viernes pasado fue el turno del juez Saylor ampliando la extraterritorialidad de las leyes gringas hasta México. Exigimos justicia por tantos miles de muertos en nuestra nación, pero aunque somos tontos; vamos a misa y somos conscientes de que el poder del dinero es ilimitado. Suerte y mucha, le deseamos a la SRE en la apelación que en estos días presentará en Boston.

 

 

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