Otra idiotez de Trump

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(09 DE MAYO, 2022) Por J. Jesús Esquivel. 

 

Otra idiotez de Trump

 

Washington – Conforme pasa el tiempo surgen nuevas revelaciones que confirman que Donald Trump, además de narcisista, es un perfecto idiota. “A Sacred Oath”, se titula el libro escrito por Mark Esper, secretario de Defensa de Estados Unidos en la última etapa de la presidencia de Trump.

La obra de Esper, que sale a la venta esta semana, reafirma el odio y desprecio de Trump por México y los mexicanos, además de su plena ignorancia y desdén por afrontar un problema enraizado en la sociedad de su país; la incontenible demanda y consumo de drogas ilícitas.

En 2020, y ante la creciente problemática de la muerte de decenas de estadunidenses por sobredosis de narcóticos cada 24 horas, a Trump se le ocurrió preguntarle a Esper sobre la posibilidad de lanzar misiles Patriota al interior de México para destruir laboratorios clandestinos de los cárteles del narcotráfico donde producen opiáceos y otros enervantes. En adelante del libro de Esper publicado por el diario The New York Times, nuevamente nos enteramos de las intenciones de Trump de usar a México como conejillo de indias. En el gobierno federal estadunidense, culpar a nuestro país de su problema de drogadicción es una constante con la que pretenden justificar su desinterés por afrontar una situación grave de educación y salud pública.

Al inicio de su presidencia, en la efervescencia de su presidencia, y sobre la temática de la lucha contra el narcotráfico internacional, Trump ventiló la idea de que elementos del Pentágono entraran a México a eliminar a los “bad hombres” (los narcos) y de paso militarizar la frontera sur estadunidense para parar el flujo migratorio.

En el verano de 2020, a Trump se le ocurrió otra idiotez: “Ellos (los mexicanos) no tienen control de su propio país”, escribe Esper recreando lo que en ese momento le dijo Tump. “Podríamos solamente disparar algunos misiles Patriota y calladamente acabar con los laboratorios… Nadie descubrirá que fuimos nosotros”, recalca el exsecretario de Defensa de los Estados Unidos.

Esper, consciente de la tontería que le proponía su jefe, objetó la idea. No obstante, Trump insistió e, incluso, le indicó que él personalmente se encargaría de declarar que el lanzamiento de misiles a México para acabar con los laboratorios y los cárteles del narcotráfico no era obra de los Estados Unidos.

Semejante estupidez no podría ser más que obra de un ignorante como el millonario expresidente. ¡Claro! De haber ocurrido, los mexicanos y nuestros gobernantes inmediatamente pensaríamos que tal acto de violación a la soberanía mexicana tendría que haberla cometido Guatemala. El racismo de Trump y la terquedad de culpar a México y a los mexicanos de todos los males de su país recuerdan que además de narcos, nos considera violadores y criminales, nunca lo ha escondido el exmandatario. Seguramente en 2024, si no es que antes, cuando formalmente inicie su campaña para regresar a la presidencia, la táctica anti migratoria y los ataques a México y los mexicanos volverá a ser el verbo y predicado en su léxico proselitista.

De no haber tenido hombres y mujeres prudentes y pragmáticos como Esper a su lado, podemos perfectamente pensar que lo de lanzar misiles Patriota contra el narco mexicano no se limitaba a una idea en la cabeza hueca de Trump.

Aquí Entre calaveras y diablitos, seguimos sin concebir por qué el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene tanta deferencia por Donald Trump. Contrario a lo que asegura AMLO, ese energúmeno que desea volver a llegar a la Casa Blanca nunca nos trató con dignidad ni respeto. En materia migratoria, ya declaró que dobló a AMLO para que su gobierno aceptara ser una especie de patrulla fronteriza gringa, militarizando las fronteras norte y sur con miles de elementos de la Guardia Nacional y acuñando como acuerdo el programa Quédate en México, respecto a los migrantes centroamericanos.

Es fácil ignorar lo que escribe Esper en su libro porque el hubiera no existe. El narcotráfico mexicano es una realidad, como lo es la última estadística sobre la muerte de estadunidenses cada 24 horas a causa de una sobredosis de opiáceos; 292 y subiendo. No tenemos bola de cristal para adivinar el futuro político en Estados Unidos, pero de que Trump tiene posibilidades de volver a ser presidente, las tiene. ¡Agárrense!

 

 


*J. Jesús Esquivel es periodista, escritor, editor y productor mexicano. Actualmente es corresponsal en Washington de Proceso y colaborador de Aristegui Noticias.

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