(06 DICIEMBRE, 2021) Por J. Jesús Esquivel.
Washington – “Quédate en México”, el programa antimigratorio de Estados Unidos y emblema del racismo que por 4 años ejerció Donald Trump para expulsar inhumanamente a ciudadanos centroamericanos, está de regreso. El sistema jurídico estadounidense obligó al ahora mandatario Joe Biden, a reinstrumentar la deportación inmediata a México de ciudadanos de El Salvador, Guatemala y Honduras, y el gobierno de Andrés Manuel López Obrador tiene que pagar los platos rotos y apechugar.
El fallo de la Corte Federal de Estados Unidos es directo; expulsar al instante hacia México a los ciudadanos de las tres naciones centroamericanas que integran al Triángulo Norte sin importar sus argumentos, válidos o no, para solicitar asilo en un marco de necesidad humanitaria.
“Quédate en México” fue diseñado por la ignominia de Trump para cerrar jurídicamente las puertas de Estados Unidos a miles de centroamericanos que huyen de sus países por la violencia relacionada al narcotráfico, la falta de oportunidades de empleo, la explotación laboral y sexual y otras circunstancias más, inapelables ante leyes internacionales en referencia al derecho humanitario de asilo en cualquier nación.
Biden, desde el primer día de su presidencia, suspendió “Quédate en México”, la Corte federal ahora lo obliga a activarlo nuevamente. AMLO, acorralado por las amenazas de Trump de imponer aranceles a las exportaciones mexicanas a Estados Unidos, se encargó del trabajo sucio. México albergó a miles de centroamericanos a muchos de los cuales incluso se les consiguió empleo mientras esperan solución a sus casos de petición de asilo ante cortes migratorias estadounidenses, lo cual puede tomar meses y hasta de cinco o diez años.
Miles de esos centroamericanos expulsados por Trump se quedaron un tiempo en ciudades del norte de México. Familias enteras llenaron centros de refugio y albergues migratorios en los estados del norte que colindan con Estados Unidos. Otros, ante la indefinición, el rechazo y sufrimiento, optaron por volver a sus lugares de origen pese al miedo a perder sus vidas; se quedaron sin alternativa.
Un alto funcionario de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) da los detalles a Calaveras y Diablitos de las condiciones que AMLO le puso a Biden para volver a dar cabida a migrantes centroamericanos en el país:
“Que estén vacunados, que Estados Unidos invierta más dinero para crear oportunidades de empleo en Centroamérica y que ayude a combatir la corrupción y la violencia” para que los migrantes tengan la alternativa de, una vez deportados a México, regresar a sus lugares de origen a esperar la solución de sus casos de pedido de asilo.
El documento con la posición de México elaborado por el canciller Marcelo Ebrard ante el regreso del programa antimigratorio, además de humanitario, se acoge a las exigencias y necesidades de salubridad. Aceptar a los centroamericanos de Estados Unidos sí, pero sólo si esos migrantes son inoculados contra COVID-19 y mutaciones del virus.
Todos los días por “Quédate en México”, Estados Unidos manda al territorio mexicano entre 1200 y 2000 centroamericanos. A éstos el gobierno de AMLO los recibirá, pero sólo si son vacunados contra COVID-19, si no tienen antecedentes penales y si han entregado su solicitud de asilo en Estados Unidos. A los que no cumplan con estos requerimientos también los recibirá, pero los ayudará eventualmente a regresar a sus países de origen cumpliendo con protocolos humanos.
A los padres de familias enteras deportadas de Estados Unidos, en México se les buscará trabajo, se les ayudará incluso a buscar un hogar ajustado a sus necesidades fuera de albergues. Estados Unidos en esto también tendrá que cooperar sufragando el costo de algunos de estos gastos e incluso, para transportar desde México a Centroamérica a las personas que decidan volver a sus lugares de origen.
“Quédate en México” es una imposición migratoria de Estados Unidos en la que ahora el gobierno de AMLO por lo menos pinta su raya y en reciprocidad le dicta a Washington sus condiciones, sin perder de vista el aspecto humanitario de la tragedia de los migrantes.
*J. Jesús Esquivel es periodista, escritor, editor y productor mexicano. Actualmente es corresponsal en Washington de Proceso y colaborador de Aristegui Noticias.