(15 DE NOVIEMBRE, 2021) Por J. Jesús Esquivel.
Washington – La espera fue larga: diez meses y unos días. Sin embargo, el resultado fue positivo; la jueza federal Lauren Louis de la Corte del Distrito Sur de Florida, autorizó la extradición de Estados Unidos a México del exgobernador priista de Chihuahua, César Duarte Jáquez.
El también amigo y correligionario de Enrique Peña Nieto, Luis Videgaray, Manlio Fabio Beltrones y de Miguel Ángel Osorio Chong, está acusando a nivel federal y estatal de enriquecimiento ilícito, corrupción y malversar unos 6 mil millones de pesos de las arcas del erario chihuahuense.
Duarte Jáquez, quien huyó a Estados Unidos para esconderse de la justicia mexicana y quien pretendía hacerse residente permanente bajo el auspicio de una de sus hijas ciudadana estadounidense, será deportado a México en cualquier momento. Los argumentos legales del carísimo bufete de abogados que lo defendieron se agotaron. La juez determinó que hay causa probable en las imputaciones del gobierno mexicano para pedirlo en extradición y por ende lo expulsarán de Estados Unidos.
Para el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, el exgobernador es una papa caliente e incluso una alimaña más significativa que Emilio Lozoya Austin, el exdirector de Pemex. Irónicamente, la cola de rata y corrupción de Duarte Jáquez llega y embarra a los mismos actores del caso Lozoya Austin. La minucia delicada e importante está Entre calaveras y diablitos: En 2017 este tecleador dedicó meses e hizo múltiples viajes a la ciudad de Chihuahua para revisar documentos de la fiscalía del Estado, en ese entonces bajo la gubernatura del panista Javier Corral. Al revisar algunos de los miles de documentos, recibos y contratos sobre las fechorías de Duarte Jáquez para embolsarse los recursos federales y estatales, aparecieron los nombres de Peña Nieto, Videgaray, Beltrones, Osorio Chong y hasta el de Emilio Gamboa Patrón; además del de varios exgobernadores priistas de entonces.
Publicado el jueves 21 de diciembre de 2017 en la primera plana de la versión impresa de The New York Times, el reportaje firmado por Azam Ahmed (que era corresponsal de ese diario estadunidense en México) y por el tecleador de esta columna, develó la trama del desvió de cientos de millones de pesos de la Secretaría de Hacienda para financiar campañas electorales priistas en varios estados del país, con recursos que estaban destinados a programas de educación en Chihuahua. El arquitecto de esa red de corrupción fue Duarte Jáquez.
Peña Nieto y Videgaray entre otros “destacados” priistas, han sido mencionados en la morosa investigación de Gertz Manero para el caso de Lozoya Austin. La huella peñanietista aparece por todos lados en el asunto de Duarte Jáquez. ¡Son unos 6 mil millones de pesos, carajo!
Si el premioso fiscal general tuviese el talante para ir al fondo del asunto concerniente a Chihuahua acogiendo al fuero federal el asunto y no esperar a que primero se proceda a nivel estatal, jalaría el hilo de una madeja de corrupción que no permitiría que la libren Peña Nieto, Videgaray y otros. Con el caso de Duarte Jáquez y el PRI, las ratas podrían quedar acorraladas y atrapadas con las manos en la masa de corrupción y enriquecimiento ilícito.
Si el expediente de Duarte Jáquez se va al fuero estatal, no tiene futuro. La actual gobernadora de Chihuahua, la panista Maru Campos, aparece, como denunció Corral, en documentos de corrupción y pagos inexplicables que hizo el priista cuando era titular del ejecutivo estatal.
En manos de Campos el caso de Duarte Jáquez podría incluso permitir que los hijos, la esposa, las hermanas, hermanos y demás familiares del exgobernador que viven en El Paso, Texas, se queden con las mansiones, obras de arte robadas -como el retrato de María Félix pintado por Diego Rivera que estuvo en poder de Juan Gabriel- y las decenas de cuentas con millones de dólares ya detectadas por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.
Otra vez, son unos 6 mil millones de pesos desaparecidos, ¡carajo!, ¿Criterio de oportunidad a Duarte Jáquez como se le dio a Lozoya?, no, por favor. A menos que el fiscal Gertz Manero ya le haya hecho la reservación en el restaurante Hunan al exgobernador de Chihuahua.
*J. Jesús Esquivel es periodista, escritor, editor y productor mexicano. Actualmente es corresponsal en Washington de Proceso y colaborador de Aristegui Noticias.