(25 DE OCTUBRE, 2021) Por J. Jesús Esquivel.
Washington – En el mundo del narcotráfico y la corrupción las traiciones y mentiras son una divisa, hecho que hace posible que en el otoño de 2022; Emma Coronel Aispuro se estrene como testigo del gobierno de Estados Unidos para incriminar a Genaro García Luna. El Departamento de Justicia estadunidense pidió la semana pasada al juez federal Brian Cogan, que aparte las fechas en el otoño del próximo año para llevar a cabo al juicio por narcotráfico en contra de García Luna, amigo, asesor, confidente y mano derecha de la guerra militarizada contra el narcotráfico de Felipe Calderón Hinojosa.
El juicio que durará aproximadamente 8 semanas, de acuerdo con el cálculo que hacen los fiscales estadunidenses, será como fue el de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, esposo de Coronel Aispuro; un platillo de morbo para la prensa mexicana y un desfile de narcotraficantes de la peor calaña de varias nacionalidades.
El programa de testigos cooperantes y protegidos del sistema judicial estadunidenses con el que premia el gobierno federal de ese país a criminales de altísima peligrosidad con tal de que incriminen a otros, podría ser la catapulta que aviente a García Luna a pudrirse hasta su muerte a una celda en una prisión de autentica alta seguridad.
El anuncio de que habrá juicio contra quien fuera director de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) en la presidencia de Vicente Fox, y Secretario de Seguridad Pública en el Sexenio de la Muerte de Calderón Hinojosa, expone dos cosas. Primero, que García Luna no llegó a un acuerdo con los gringos para convertirse en testigo cooperante y, segundo; que ingenuamente confía en salir librado.
Con más de un millón de páginas, cientos de grabaciones de comunicaciones interceptadas al acusado, videograbaciones y estados de cuentas bancarias y títulos de propiedades como pruebas de los delitos que le imputan, obtenidas por los fiscales en Estados Unidos, Colombia, México Panamá, García Luna pareciera estar acorralado.
Como en el juicio del Chapo, los fiscales para salir victoriosos deben y tienen que demostrarle al jurado calificador y a Cogan que García Luna conspiró con el Cártel de Sinaloa para traficar cocaína a Estados Unidos.
Al Chapo lo hundieron los fiscales en el momento en que ante el jurado en la Corte Federal del Distrito Este, en Brooklyn, Nueva York, reprodujeron grabaciones de comunicaciones telefónicas que le interceptaron en las que al capo sinaloense se le escuchaba claramente coordinar la logística para traficar drogas a Estados Unidos.
Los fiscales que acusan a García Luna tendrían que ser estúpidos e ineptos si con tantas pruebas que presumen tener en su poder, no evidencian ante el jurado los delitos de narcotráfico que le imputan. Otro detalle importante en el juicio de García Luna, que durante el proceso un denominador común será la mención constante del nombre de Felipe Calderón Hinojosa; para bien o para mal del acusado.
En el otoño de 2022 Coronel Aispuro ya estará sentenciada y convertida en testigo protegido. Ella sería una testigo que utilice el Departamento de Justicia para acabar con el mito de inocencia de García Luna.
No hace falta que una gitana adivine qué otros narcotraficantes pueden testificar contra García Luna y denunciar lo que saben y supieron sobre él y Calderón Hinojosa, quien se auto flagela afirmando que no sabía lo que hacía con el Cártel de Sinaloa su amigo y confidente.
Como Entre calaveras y diablitos está el detalle y por la experiencia vivida durante el juicio contra el Chapo, los testigos (narcos) que acusarían a García Luna de haber sido su aliado y compadre serían; Edgar Valdez Villarreal “La Barbie”, Iván Reyes Arzate, Édgar Veytia, Jesús Reynaldo Zambada García “Rey”; Jesús Vicente Zambada Niebla “Vicentillo”, Dámaso López Núñez “El Licenciado” y otros delincuentes más que operaron tranquilamente bajo la protección federal a lo largo del sexenio de Fox y en especial en el de Calderón Hinojosa.
Si en el juicio de Guzmán Loera se habló mucho de Calderón Hinojosa, es lógico que en el de García Luna se vuelva a mencionar al ex presidente y padrino del acusado como fórmula para entender la trama de corrupción y narcotráfico. Días y noches largas sin dormir serán las del otoño de 2022 para un ex presidente que ni vio ni se enteró de nada.
