Por Carolina Romero.
Portada: Secretaría de Cultura, CDMX.
(09 DE OCTUBRE, 2021).- Quizá una palabra resuma el homenaje que este viernes se celebró para Antonio Helguera: desbordante. Desde la audiencia que no sólo llenó todos los asientos en sana distancia sino los centenares de asistentes que en filas se replegaron a sus afueras parando oreja, también desbordaron las palabras de admiración y muestras de cariño hacia uno de los caricaturistas más entrañables del país.
Alrededor de las 7:20, llegó Claudia Sheinbaum. Cruzó la carpa entre aplausos de bienvenida, mismos que se replicaron al subir los ponentes al podio: Hernández, Rafael Barajas, Vanesa Bohórquez López -secretaria de Cultura de CDMX- Claudia Sheinbaum, Alma Muñoz, Rapé y HelioFlores.
Al iniciar el evento, la mandataria capitalina hizo hincapié en la peculiaridad de esta Feria Internacional del Libro y remarcó su importancia para la capital:
“La educación deja de ser un privilegio; la salud deja de ser un privilegio, que es lo que quería el viejo régimen neoliberal. Esta feria representa que la lectura no es un privilegio, sino un derecho de todos los mexicanos. Es el acceso a la cultura lo que estamos celebrando hoy en una ciudad de derechos”, dijo.
Respecto a Antonio Helguera, compartió:
“No solamente tuve la oportunidad de conocerlo, tampoco nos vimos pocas veces, pero fueron suficientes para saber –yo diría- tres cosas: uno, el humanismo y el cariño porque era un hombre de una enorme humanidad, o es un hombre, porque está aquí con nosotros; dos, su compromiso social, político siempre, aunque eso no significaba que perdiera la crítica a todos; y tres, el que disfrutara de la vida, siempre riendo y siempre acompañando a todos. Así que es un gran honor estar aquí hoy haciéndole un homenaje a Toño Helguera, y por otro lado, un gran aplauso, aquí, a donde quiera que se encuentre”.
Poco más tarde, El Fisgón la hizo de maestro de ceremonias y pidió a los presentes expresar algunas palabras sobre el caricaturista homenajeado. El primero en tomar la palabra fue Rapé, quien reconoció en Helguera a un maestro generoso, un amigo y una guía. Recordando algunas anécdotas, advirtió su sentida ausencia y reiteró la importancia de su obra, siempre viva.
Después, HelioFlores coincidió en que era un gran caricaturista. Explicó que la caricatura debe tener tres condiciones mínimas para ser buena: el contenido, el dibujo y el humor.
“En México tenemos muchos caricaturistas, pero de todo tipo y últimamente se califica a un caricaturista como bueno o malo según si es de nuestro gusto o no lo es. pero no se fijan los lectores en la calidad del dibujo y contenido como lo tenía Helguera”.
Al final de sus palabras, HelioFlores fue sorprendido por Las Mañanitas que entonaron de pie todos los presentes, en honor a su cumpleaños.
Poco después, fue el turno de José Hernández, colega y muy cercano amigo de Helguera. En sus palabras, recordó cómo conoció a Antonio, cómo comenzaron a trabajar en MonoSapiens. Además, compartió algunas historias de su íntima hermandad que atravesaba incluso colaboraciones importantes en el trabajo de ambos. Respecto a su muerte, aseveró:
“Hace pocas semanas entendí lo mismo, entendí que era algo que nunca iba a superar sino que simplemente, ahora, esto me había convertido en otra persona. Conocer a Antonio Helguera me cambió la vida, su partida me la ha vuelto a cambiar”.
En tanto, El Fisgón recordó cómo Antonio llegó a su taller de caricatura cuando era adolescente, cómo era un joven extremadamente talentoso y cómo ascendió su carrera desde muy temprana edad.
“Es curioso porque todos aquí han coincidido en la descripción de Antonio: Era un hombre muy inteligente, muy enterado, culto, era un hombre muy honesto, con gran sentido del humor y se hacía querer, a pesar de que era difícil”, refirió.
Explicó que Antonio es uno de los grandes representantes de la tradición de caricatura mexicana que se establece a finales del siglo XIX con Daniel Cabrera, refinado posteriormente con Jesús Martínez Carrión y retomado en los 50 y 60 con Rius, HelioFlores y Naranjo. Justo cuando la prensa busca desmarcarse de la tutela del gran Estado, rompiendo con el esquema de una prensa homogénea y vertical.
Recordó el carácter subversivo no sólo de sus cartones, sino de su postura política. Junto con Hernández, coincidió en la empatía de Helguera sobre este gobierno y la lucha contra el saqueo, la corrupción y la impunidad; una batalla que Helguera mismo, desde sus cartones, efectuó desde siempre.
Al tomar la palabra, Alma Muñoz, esposa de Helguera, agradeció las muestras de cariño ante la partida del caricaturista. Consideró que las campañas orquestadas por la derecha para desacreditar a su familia, sólo confirmaron su predecible comportamiento y, sin saberlo, fue el mejor homenaje que pudieron hacerle tras su muerte.
Para cerrar la charla, Sheinbaum volvió a tomar la palabra y concluyó:
“Es un privilegio para esta ciudad tenerlos a ustedes y tener a Antonio Helguera en el centro, en la capital del país. Toño, desde aquí, nuestro cariño, nuestro amor y siempre, nuestra gran admiración. Arriba Toño Helguera”.
El evento fue cerrado con casi un minuto de aplausos por los centenares de asistentes quienes, antes y después de la charla, tomaban selfies y fotos a los cartones a gran escala colocados en la plancha del Zócalo. A ellos también se obsequió el libro Antonio Helguera su obra en La Jornada, una entrañable antología de su obra en este periódico que abarca de 2010 a 2021.
Como recordó Alma Muñoz, Helguera estuvo presente en ese mismo sitio durante el homenaje al caricaturista argentino Joaquín Salvador Lavado Tejón “Quino” hace dos años. Ahora, tocó homenajearlo a él.
