Portada: Pixabay
(18/05/2021).– De acuerdo con las nuevas estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), las largas jornadas de trabajo provocaron 745.000 muertes por cardiopatías isquémicas y accidentes cerebrovasculares en 2016, un aumento del 29 por ciento desde el año 2000.
En un primer análisis global de la pérdida de vidas y de salud por estas dos enfermedades asociadas al trabajo de muchas horas, la OMS y la OIT estimaron que en 2016 murieron 398.000 personas por ictus y 347.000 por cardiopatías atribuibles a haber trabajado 55 o más horas a la semana.
Alrededor de 750.000 trabajadores murieron en 2016 por ataques al corazón o derrames cerebrales causados por las largas jornadas de trabajo, de acuerdo con un estudio de la OMS @WHO y @OITnoticias https://t.co/Mypsy8inj7
— Noticias ONU (@NoticiasONU) May 17, 2021
La revisión encontró pruebas suficientes de que trabajar al menos 55 horas a la semana se asocia con un mayor riesgo tanto de cardiopatía isquémica como de accidente cerebrovascular, en comparación con trabajar entre 35 y 40 horas a la semana. De 2000 a 2016, el número de muertes por cardiopatía por trabajar muchas horas aumentó un 42 por ciento, y las de ictus un 19 por ciento.
De acuerdo con este nuevo informe, una de las cuestiones más preocupantes es el hecho de que lejos de haber avanzado en la mejora de la salud de los trabajadores, esas cifras suponen un aumento del 29% desde el año 2000.
“Es hora de que todos, gobiernos, empleadores y empleados nos demos cuenta de que las largas jornadas laborales pueden provocar una muerte prematura”, aseguró la doctora María Neira, directora del Departamento de Medio Ambiente.
CONOCE MÁS: