Portada: Ana Karenina
(29/04/2021).- El espacio público ha sido diseñado para la experiencia y necesidad masculina. Tener un cuerpo sexuado femenino condiciona qué, cómo, cuándo y para qué usamos los espacios públicos.
De esto nos habla Ana Karenina en la edición 396 de El Chamuco. Nos explica cómo el espacio público es el lugar en el que cualquier persona puede circular, debe ser un soporte físico que sirva para satisfacer las necesidades urbanas colectivas.
Sin embargo, nuestra edad, género, etnicidad, clase social, diversidad funcional o identidad sexual marcan la manera en la que nos relacionamos y usamos estos espacios.
Nos explica cómo es que en consecuencia del sistema capitalista comienza la división sexual del trabajo: el hombre pertenece al ámbito público y productivo. Las tareas domésticas y labores de estudio, las mujeres. Los varones tienen autonomía y poder de decisión, mientras las mujeres son relegadas al ámbito privado y reproductivo.
¿Cómo puede hacerse menos hostil el espacio público para las mujeres?, ¿por qué debe convertirse en un espacio seguro para todas y todos?
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El Ladino y la hampa más maravillosa – El Chamuco (Edición 407)
