Portada: @Claudiashein (2019)
Frente a las cercanas fechas de festejos religiosos en nuestro país, este miércoles el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, advirtió el alto riesgo que se corre en aglomeraciones, ya sea en un espacio público abierto o cerrado.
Durante su conferencia de prensa vespertina -luego de la reunión de miles de creyentes de San Judas Tadeo a las afueras de la Iglesia de San Hipólito y San Casiano- destacó que el riesgo aumenta también en relación con la movilidad:
“La movilidad no se refiera a que estando en un sitio particular se mueva, sino de dónde provienen. Entre más lejos sea el tránsito más largo sea el tránsito de las personas, digamos, si vienen de otras partes del país y se congregan aquí, eso facilita el contagio por la sencilla razón de que distintas realidades epidémicas concentran esa realidad expresada en la probabilidad de contagio de quienes concurren”; explicó.
Sobre las celebración el próximo 12 de diciembre, aclaró:
“Respecto a la Basílica de Guadalupe y el 12 de diciembre, hemos comentado que la Secretaría de Gobernación, esto lo comentamos hace un par de semanas, ha estado en conversaciones con la comunidad católica, con la comunidad eclesiástica, la Conferencia del Episcopado Mexicano para ser específico, y ha habido muy buena disposición desde el inicio de la epidemia por parte de la jerarquía católica de acoplar sus rituales, sus celebraciones a los distintos lineamientos de seguridad sanitaria, incluido el semáforo”.
En estas fiestas, recordó que concurren tradicionalmente tres millones de personas y se estima que hasta seis o siete millones de personas se desplazan de todos los rincones del país.
“Es un evento de altísimo riesgo de contagio, altísimo riesgo de contagio. Puede convertirse en una experiencia explosiva de propagación a todo el país que lamentablemente podría revertir el éxito que se tiene en 20 entidades federativas que ya se encuentran en una fase de descenso”.
Destacó que, probablemente, las autoridades de la Iglesia católica voluntariamente han decidido modificar este ritual, “no abrir la ceremonia tradicional, tener una apertura ordenada y controlada del atrio, y hacer por vía remota, por vía virtual, la celebración correspondiente”.
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