2 de octubre del 2019: la crónica de un fallido “cinturón de paz” – El Chamuco (Edición 397)

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PORTADA: Berenice Rodríguez (@berenice_rj) y Brian Martínez (@livoight)

El año pasado, el gobierno de la Ciudad de México envió a 12 mil funcionarios públicos para formar un “cinturón de paz” en la marcha para conmemorar el 51 Aniversario de la represión del Movimiento Estudiantil de 1968. El objetivo: evitar la violencia.

La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, explicó que dicho cinturón serviría para resguardar la movilización. Esta nueva herramienta se implementó luego del anuncio de la eliminación del cuerpo de granaderos en la capital.

De todo esto y mucho más, va la crónica de la Edición 397 de El Chamuco elaborada por Brian Martínez y Berenice Rodríguez.

En dicha entrega, narran lo que aconteció hace un año, durante el primer 2 de octubre que la 4T gobiernó la Ciudad de México.

 

“Sheinbaum decidió sí enviar a los policías a vigilar la marcha. Claro, la diferencia con los gobiernos anteriores, es que no iban con la orden de cumplir una cuota de detenciones o intimidar y agredir, sin embargo, estaban presentes”.

“Es como si el gobierno además del cinturón de paz, hubiera decidido mostrar también el “otro cinturón”: el de la fuerza bruta. ‘Tengo esto pero no quiero usarlo’”.

 

Además, detalla cómo en las calles de Hidalgo a 5 de mayo, algunos encapuchados comenzaron a hacer destrozos y a lanzar pintura a algunos edificios.

Al incrementar la intensidad de estas acciones, los burócratas del cinturón de paz decidieron retirarse. Algunos, incluso, se retiraron de la camisa blanca “para no ser identificados como posibles blancos de agresión”.

Destacan también el papel de la Brigada Humanitaria de Paz, Marabunta, quienes aguantan siempre en primera fila poniendo su cuerpo para proteger a los manifestantes de represiones arbitrarias.

Hay que reconocer que el año pasado, no fue como el 2013, recuerdan. Aquel, donde gobernaba Peña Nieto, fue “un año muy violento para las protestas en la capital, cuando te encapsulan, te golpeaban con sus escudos hasta aplastarte, o bien, llevaban uno por uno hacia afuera para detenerlos”.

Esta vez, los policías no tenían toletes, sólo escudos y extintores. Sin embargo, “aunque las órdenes sean diferentes desde arriba, abajo son los mismas”.

Un año después y con el debate sobre la mesa sobre qué protocolos sobre las marchas en la Ciudad de México serían los más adecuados, el tema de la policía en las manifestaciones es, sin duda, relevante.

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