Olga Wornat, periodista y escritora argentina, quien recientemente acaba de publicar “Felipe, el oscuro” (editorial Planeta), estuvo presente en El Chamuco TV.
¿Qué es lo que lleva a una periodista argentina a hablar sobre política en México?
La autora relata que “Felipe, el oscuro” no es su primer aproximación a la política mexicana. Se trata de su décimo libro después de documentar también casos de políticos en Argentina.
“En realidad los políticos latinoamericanos no se diferencian unos de los otros. Los políticos del mundo no se diferencian. Pero en el caso de los latinoamericanos nos une prácticamente un mismo hilo, una misma historia.
Somos prácticamente tropicales, países en los que podemos tener diferencias, pero en realidad las corrupciones pasan por el mismo lugar, los políticos prometen una cosa en la campaña y cuando llegan al poder pasa otra historia. Los pactos secretos, los fraudes electorales”, explica.
El PAN y la transición que nunca llegó
Olga llegó a México en el 2001. Explica qué fue lo que la motivó a investigar sobre el incipiente sexenio panista.
“Cuando yo llego a México, me toca cubrir la llegada de Vicente Fox a la presidencia”, narra. Y recuerda que vio mucha esperanza en la gente después de 71 años de PRI, con una historia de escándalos, crímenes que afectaban a lo que pasaba en los Pinos, como en el caso de Carlos Salinas de Gortari.
Consideró que Fox fue como una bocanada de aire fresco. Prometió un cambio, pero el cambio fue una gran mentira. El cambio nunca sucedió. El PRI nunca se fue.
Por otro lado, recordó su segundo libro, “Crónicas Malditas”, con el que fue demandada por Martha Sahagún y su hijo.
Desde entonces Wornat ha seguido de cerca la trama de estos gobiernos mexicanos.
El combate a las drogas, la herramienta política – y gan negocio- de Estados Unidos
El Fisgón recuerda que Felipe Calderón llegó a la presidencia con un problema de ilegitimidad. Recordó que, de acuerdo con un cable de WikiLeaks, se reveló que el entonces candidato pidió ayuda a la Embajada de Estados Unidos por esta misma circunstancia. La embajada aceptó apoyarlo, podría haber sido ahí donde se pactó el tema de la guerra de las drogas de Calderón.
De acuerdo con la autora, en efecto, esto pudo haber ocurrido así. Además, recordó cómo Calderón tenía una enemistad profunda con Fox, pero algo los unía.
“Los une el espanto o el odio hacia Andrés Manuel López Obrador, por eso hacen ese pacto, para impedir que López Obrador llegue a la presidencia y concreten el fraude”.
Ahora bien, ¿cómo llegó desde Genaro García Luna desde el sexenio de Vicente Fox -cuando era el jefe de la AFI- hasta Felipe Calderón?, cuestiona la autora.
Asegura que la guerra contra las drogas ya venía desde el sexenio de Fox. Sin embargo, se intentó ocultar. Señales claras fueron la Iniciativa Mérida, los miles de millones de dólares aprobados por el Congreso de Estados Unidos que abarca dos presidencias, y hasta que Hillary Clinton acompañó a García Luna en México.
“Se trata de una trama de complicidades de gobiernos a gobiernos. No sólo tiene la culpa Calderón, Fox o Peña Nieto, sino los gobiernos de Estados Unidos”, consideró.
“Lo que uno se puede preguntar es, ¿por qué razón? Serían muy estúpidos los estadunidenses si no hubieran sabido que, desde entonces Genaro García Luna tenía vínculos con el narcotráfico”, aseveró.
La aparente lucha contra el narcotráfico sería entonces usada por Norteamérica como una herramienta de control y como un jugoso negocio, sobre todo, en América Latina.
“La Guerra contra las drogas, que nació en la época de la Guerra Fría, para luchar contra cualquier cosa que oliera a marxismo o comunismo, es un gran negocio de Estados Unidos”. En opinión de la investigadora, esto no terminará hasta que se legalice.
Calderón: el presidente que tomó decisiones de Estado ebrio
Felipe Calderón es todo un personaje, destacó Wornat. Resentido, con innumerables estallidos de cólera, sin poder trabajar en equipo, acomplejado. Con profundos problemas con su padre y adicto al alcohol.
Al parecer, el expresidente nunca ha tratado su enfermedad de alcoholismo, a decir de las personas entrevistadas para el libro, tomó muchas decisiones de Estado mientras estaba ebrio.
Sin embargo, considera, “Que estuviera alcoholizado no quiere decir que no entendiera lo que hacía García Luna. Idiota no era”.
Recuerda que eran amigos íntimos y que Calderón tuvo que saber qué ocurría con su entonces mano derecha. Para la autora, Calderón debe pagar por lo que hizo. Él no dejó un legado, sino un México con millones de muertos, desaparecidos y familias a las que nunca les pidió perdón.
¿Qué pasó con el libro que tardó tanto tiempo en publicarse?, ¿las amenazas llegaron hasta la editorial?, ¿qué periodistas realmente defendieron la libertad de expresión ante las advertencias de muerte en su contra?, ¿el calderonato fue equiparable a la dictadura argentina o Afganistán en guerra?, ¿cómo se explica que un personaje como Calderón quiere volver al poder después del infierno que significó su sexenio?, ¿qué pasó que García Luna cayó de la gracia de Estados Unidos?
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