Portada: R.CASILLI, REUTERS
Este martes, el Vaticano redobló su oposición a la eutanasia el martes, calificándola de un “acto de homicidio” que nunca podrá ser justificado ni tolerado.
Mediante un documento titulado “Samaritanus Bonus” (el buen samaritano), elaborado por la Congregación para la Doctrina de la Fe y aprobado por el papa Francisco, se establece como “enseñanza definitiva” que la eutanasia “es un crimen contra la vida humana” que no se puede aplicar en ninguna ocasión y circunstancia.
Establece que:
“La eutanasia es un acto homicida que ningún fin puede legitimar y que no tolera ninguna forma de complicidad o colaboración activa o pasiva”.
Dictamina que quienes han decidido recurrir a la eutanasia o al suicidio asistido que no podrán recibir los sacramentos, ni la absolución ni la unción de los enfermos.
Explica que decidió “aclarar” su doctrina sobre el final de la vida derivado del “debate en varios países sobre ese tema, entre ellos España y Colombia, uno de los cinco países del mundo que permiten legalmente la eutanasia y el único en Latinoamérica”.
“Aquellos que aprueban leyes sobre la eutanasia y el suicidio asistido se hacen, por lo tanto, cómplices del grave pecado que otros llevarán a cabo. Ellos son también culpables del escándalo porque tales leyes contribuyen a deformar la conciencia”, consideró.
En una sección dirigida a los trabajadores de la salud católicos, el documento decía que su cooperación “debe ser excluida” y solicitó a los gobiernos “deben reconocer el derecho a la objeción de conciencia”.
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